España, 19 de diciembre.- Lo que se presumía como una jornada llena de alegría en la ciudad deportiva del Barcelona por el alta médica de Éric Abidal y el regreso a la práctica con el primer equipo se desvaneció ante el comunicado del propio entrenador blaugrana tras una reunión con el grupo.
Tito Vilanova llegó temprano, como lo hace habitualmente, pero esta vez no fue para dirigir la habitual sesión de entrenamiento. Quería ser él, en persona, quien se encargara de contarles a sus dirigidos el empeoramiento de su cáncer y dejar las riendas a su asistente, Jordi Roura.
Al mismo tiempo que Abidal se sumaba al grupo de trabajo, después de haber superado un cáncer de hígado en 2011 y un trasplante en abril de este año, Tito se despedía hasta nuevo aviso y llenaba de conmoción el predio culé.
Barcelona confirmó horas más tarde la reincidencia del cáncer de Tito Vilanova y avisó que será operado en la mañana del jueves.
Se estima que si la cirugía es exitosa, estará internado unos cuatro días y después se someterá a sesiones de quimioterapia para tratar el tumor alojado en la glándula parótida.
Barcelona aseguró que su tratamiento podrá ser compatible con su trabajo como técnico del equipo. Aunque volvería al trabajo recién a finales de enero.

