El ansiado regreso para estar con sus seres más cercanos por ahora no se puede concretar. La pandemia del coronavirus metió la cola una vez más y entonces los tres sanjuaninos que obtuvieron el bronce con la Selección argentina de vóleibol en "Tokio 2020" no pueden estar aún en San Juan. Es que luego de arribar al aeropuerto de Ezeiza el miércoles, Bruno Lima, Federico Pereyra y Matías Sánchez tuvieron que tomar la decisión de dónde realizar la semana de aislamiento obligatoria que marca nuestro país. Entonces, apareció la disyuntiva de realizarlo en un departamento en Capital Federal o en un hotel en nuestra provincia, opción que dejaron de lado ya que estarían todo ese tiempo en una habitación y sin tanto poder de movilidad. Fue así como ayer comenzaron esos siete días que se exigen de aislamiento y aunque se barajaba anoche la chance de hacerles un PCR para descartar estar contagiados y así venir a San Juan, esto era sólo una especulación.
"Tenemos impotencia por no poder estar en nuestras casas como el resto de nuestros compañeros que viven en otras provincias. Nosotros llegamos a Argentina como deportistas olímpicos y cada uno puede hacer la cuarentena en su domicilio, pero no en el caso de San Juan, que hay que hacerla en un hotel", afirmó Lima desde Capital Federal ayer por la tarde. Su referencia es para los compañeros de plantel y cuerpo técnico que realizan la "cuarentena" en sus casas en distintas provincias del país. La diferencia que San Juan es una de las provincias del país que no permite el aislamiento obligatorio al ingresar en otro lugar que no sea un hotel.
Lima, Sánchez y Pereyra hace más de tres meses que están afuera de San Juan.
El "apuro" de los players es porque al regresar a sus casas la próxima semana tendrán poco tiempo junto a los seres más cercanos ya que en principio el 23 de agosto está previsto iniciar las prácticas con la selección de cara al Sudamericano.
"Queremos llegar a hacer la cuarentena en nuestra casa y no en un hotel porque tenemos pocos días de vacaciones, tenemos que regresar a nuestros clubes y no vamos a poder estar con nuestra familia, a la que no vemos desde hace tres meses", concluyó el opuesto argentino, figura en la gesta histórica del equipo de Marcelo Méndez que obtuvo por segunda vez en la historia una presea olímpica. Igual que en "Seúl 88", fue la de bronce.