No fue la mejor tarde para el regreso mirándolo desde el punto de vista del apoyo y el retorno de los hinchas a la cancha. Porque en las adyacencias del Hilario Sánchez no se percibía el fervor de otras tardes. Las banderas y el popular "chori" no fueron moneda corriente. Incluso cuando el partido comenzó había poca gente en las tribunas, por ello es que el recibimiento para el nuevo modelo del Verdinegro no fue el anhelado. Empezó el partido y seguía arribando público pero no fueron más de 6.000 los espectadores.
Quizá porque ayer fue el día del niño y muchos optaron por ese festejo. O por el aumento en el costo de la entrada que pesó a la hora de inclinar la balanza. O, por qué no, síntomas de que esperan que el equipo se amalgame para luego acudir al estadio.
Muchas conjeturas se pueden hacer, pero fue uno de los recibimientos más fríos de los últimos años. Claro, con el correr de los minutos el hincha comenzó a llegar, no copó las tribunas pero se bancó el sol que hacía muchos días que no asomaba y de a poco el "dale verde" comenzó a sonar desde la popular Norte para trasladarse a la Sur.
Pocrnjic, el nuevo capitán; Penco, y Scatolaro, por su entrega, fueron a quienes más aplaudieron. El aliento fue entrecortado y el romance duró poco. Cuando el equipo perdió la pelota, o se quedó sin variantes aparecieron los primeros insultos. Los que se multiplicaron al término del primer parcial, se agudizaron cuando -luego de 45 minutos- comprendieron que del otro lado estaba el riojano Nicolás Herrera que vistió la Verdinegra en Primera. Pero el mayor estruendo fue tras el final, con señales de protesta, con insultos y cantos alegóricos. Quedó claro que no fue el mejor recibimiento para el equipo, los hinchas llegaron tarde y el aliento no fue el de siempre.

