La espera desespera para San Martín y mientras no tenga efectividad la levantada no llegará. Ayer la presión por el triunfo fue tal que terminó chocando con sus limitaciones y no pasó del 0-0 ante Unión de Santa Fe en el Hilario Sánchez. Empate que en la vida y actualidad del Verdinegro no lo ayudó en nada, sino que lo hunde cada fecha más. Sólo sumó por primera vez de local en lo que va del año, pero sigue sin encontrar la victoria con Gorosito al mando, que ayer fue el centro de los insultos cuando finalizó el primer tiempo y que se multiplicaron con el pitazo final del árbitro Mastrángelo.
El equipo mostró mejoría en cuanto a su juego, sobretodo en defensa, pero volvió a dejar en evidencia que en los metros finales no sólo no tiene poder de resolución ni un jugador que marque el camino, sino que la obsesión por convertir lo llevó en varios ataques a equivocar el rumbo. Signos de un equipo golpeado por la necesidad, al que las fechas pasan y sólo cosechó 3 puntos (todos por empates) de los 15 en juego desde la reanudación.
En líneas generales fue un poco más que Unión en cuanto a tenencia de pelota e intenciones. Pero San Martín fue sólo eso, intenciones. Por eso no pasó del empate y la deuda sigue pendiente.
Largó el encuentro mejor plantado en base al trabajo de los volantes (la distribución de Agüero, Martínez encarando y Gelabert provocando juego). La diferencia la tuvo en que estuvo firme en defensa, hizo correr la pelota, pero careció siempre de un jugador que marcara la diferencia para desnivelar en los metros finales o darle limpio el fútbol a Dening y Molina.
El Tatengue le dio espacios, le dejó pensar, y sólo buscó dar respuesta con una salida rápida cuando la recuperó, o librando su juego por el sector izquierdo con Acevedo y los desbordes de Godoy.
El local tuvo el gol en el inicio tras el tiro libre de Martínez, que Gelabert bajó, pero Mattia elevó la pelota por encima del travesaño. O sobre los 17′, con el envío de Casierra, para que entre Dening y Rusculleda se molestaran y ninguno pudo definir.
Después todo se centró en el mediocampo, sin llegada, y fue cuando se evidenció que el verdinegro necesita un conductor. Molina se retrasó, Dening peleó porque la pelota no le llegó clara, y no tuvo más variantes en el área santafesina. Por eso al primer parcial sólo le agregaron un disparo de larga distancia de Godoy en la visita y un remate de Rusculleda en San Martín que contuvo Fernández.
El complemento encontró a Unión con mayor poder de decisión para encarar y probar de larga distancia con Mauro Pittón. Fue cuando Gorosito cambió los volantes externos y con los ingresos de Mana y Montagna se acomodó, pero ninguno pudo terminar cada ataque que inicio y fue la prolongación del primer tiempo.
Un cabezazo de Gelabert que se fue cerca del primer palo y en final un rebote que capitalizó Dening tras el remate de Lugo, pero en su obsesión de gambetear se demoró en definir la chance más clara y con esa alternativa se fue la esperanza de victoria que sigue siendo una deuda y cada fecha preocupa más.
ESCUDERO Y AGÜERO
Individualidades que ilusionan
Dentro de un partido opaco y con escasa vocación ofensiva, San Martín tuvo dos jugadores que empezaron a demostrar que la oportunidad que Gorosito les dio la fecha pasada y ratificó ayer no le quieren dejar pasar. Fue el caso del central Matías Escudero y el volante central Emiliano Agüero.
Fueron parte de los 7 cambios que la fecha pasada el DT dispuso para enfrentar a Olimpo (0-0) reemplazando a Patricio Matricardi y Matías Fissore respectivamente y que ayer fueron los más destacados del equipo imponiendo presencia y siendo claves en sus funciones.
Escudero no tuvo falencias en el fondo. Un partido perfecto ganando por arriba principalmente y anticipando por abajo en cada salida o cruce. Anuló a Franco Soldano, quien llegó como goleador del Tatengue, pero nunca pudo demostrarlo ya que el puntano lo marcó y le impidió tener juego.
Mientras que el “Chino” Agüero sobresalió en el primer parcial, con mucha presencia en el mediocampo para ser el dueño de la distribución de la pelota, jugar siempre con pelota dominada y entregarla pegada al piso, sin dividirla, y simplificando cada armado de jugada. Además en la marca fue certero.
DECLARACIONES
El mal de tener el arco cerrado
Marcos Gelabert y Luis Ardente, dos referentes del plantel verdinegro, dieron su versión tras el empate 0-0 y ambos coincidieron que tener el arco cerrado el problema que deben solucionar para que luego lleguen las buenas.
“Me voy triste porque queríamos una alegría nosotros y para la gente, pero se esta haciendo difícil porque lo que creamos no lo terminamos de concretar”, sostuvo Gelabert. “Hoy tuvimos dos cabezazos claros, Dening tuvo dos y Mana una. No sé si nos vamos conformes, pero con la expectativa de que generamos 5 situaciones pero no las pudimos concretar. Por ahí queda que no sólo no ganamos nosotros sino a que a los otros equipos también les cuesta ganar”, agregó el volante.
En tanto que el arquero Ardente admitió que “tenemos que seguir trabajando para que llegue el gol y mejoremos así en lo anímico. Tuvimos la oportunidad de concretar en algunas ocasiones pero no entra”. “Tenemos que pensar en positivo, estamos mal porque no ganamos de local, pero no podemos hacerlo desde hace tiempo y esa es la bronca que tenemos”, agregó el capitán, quien aseveró que “No tenemos el arco abierto, estamos esperando hacer un gol para que los volantes y delanteros tomen más confianza”.
Mientras que sobre los insultos de los hinchas, aseveró que “cuando no ganas de local es lógica la reacción de la gente y hay que trabajar, pero sobretodo creo que cuando hagamos un gol todo puede cambiar”.
EL ANÁLISIS DE GOROSITO
“No sorprenden los insultos”
Lejos de hablar sobre continuidad ante la falta de resultados, el entrenador de San Martín Néstor Gorosito destacó que deben seguir trabajando para que el primer triunfo en su era llegue (lleva 5 partidos). Sin embargo admitió que entiende al hincha que lo despidió con insultos tras el 0-0.
“Cuando no se gana es así y no nos sorprenden los insultos”, confesó ante la consulta en conferencia de prensa. Porque así se retiró Pipo del Hilario Sánchez, que ya en el final del primer tiempo le contestó a los plateistas cuando le recriminaron por la forma de parar y hacer jugar al equipo.
Al momento de analizar el porqué de la falta de triunfos, se limitó a explicarlo en que “tenemos que seguir trabajando y mejorando para ver si podemos ganar”. Aunque fue sincero al admitir que “nos falta el nexo para poder terminar las jugadas”, como la principal causa de no triunfar en el torneo.
Luego, y en su análisis de sus tercer empate y el primero de local, subrayó que “el primer tiempo fue parejo, en el que nos costó generar situaciones de gol, pero me dio cierta tranquilidad que Unión no nos llegó. Y en el segundo ellos mejoraron, pero seguimos sin tener definición pese a que hubo buena elaboración”.
Sobre cómo planteó que partido dijo que “pusimos a Rusculleda y Martínez (volantes externos) para que Unión se cerrara y así generar juego por el medio pero no pudimos sacarle provecho, por eso en el segundo tiempo vimos que podíamos hacer daño con Mana y Montagna, pero nos faltó un pedacito en el medio”.
Consultado sobre si le preocupa la falta de gol, ya que tan sólo marcó 1 en cinco partidos, fue directo y concreto para excusarse en que “desde antes que llegáramos ya se hacían pocos goles”.
Mientras que en su balance general destacó que “defensivamente el trabajo fue bueno porque nos generaron poco”, en una conferencia de prensa corta en la que Gorosito se mostró incómodo.