En la vida de Sportivo Desamparados parece que puede pasar todo. Tras la derrota en Mar del Plata, el ambiente no era el mejor y ganarle a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo era poco menos que una obligación. Nadie lo decía pero terminar este partido sin un triunfo podía desatar una tormenta de insospechadas repercusiones. Desamparados necesitaba paz y la encontró. Sin que le sobre nada pero con justicia frente a un rival muy limitado, que ha sido de lo más flojito que pasó por San Juan en esta edición del Torneo Argentino A. Pero para Sportivo era ganar o ganar y lo consiguió. Jugando un aceptable primer tiempo y controlando el resto en el complemento. Leopoldo Gutiérrez y Silvio Prieto, la dupla ofensiva que puso en cancha Villafañe, respondieron con goles. Pero cuidado, fue triunfo y nada más porque el equipo dejó abiertos varios interrogantes y esa identidad tan indispensable no aparece.
Desde el comienzo, todo fue de Desamparados. Sus volantes presionaron, obligaron y antes de los 20′ ya tuvo tres chances de gol con un remate de Malandra, un cabezazo de Barth y un disparo de Jofré que resolvió muy bien el arquero visitante. Pero a los 21′ empezaría a sacar ventajas Sportivo porque en su primer corner del partido, apareció solito Gutiérrez para definir con la derecha y poner el 1-0′. Todo lo que siguió de juego fue de Desamparados porque era profundo en sus movimientos. A los 31′, Silvio Prieto definió un gran pase de Emmanuel Campo, que sorprendió apurando en un lateral con Jofré. Era el 2-0 y por lo que se veía de Defensores era partido casi terminado.
En la segunda parte, Desamparados ya no fue el mismo. Aflojó en la presión, le quitaron la pelota y tuvo que variar sus sistemas para protegerse de un rival limitado pero que con facilidades lo podía complicar. Tabone, el centrodelantero, tuvo una chance y respondió bien Mancinelli. Pero Sportivo no estaba cómodo. En el medio, no hacía pie y arriba no lastimaba. Todo el trabajo tuvo que ser defensivo, dejando algunos interrogantes flotando en el césped del Bicentenario. Este mismo Sportivo había sacado su ventaja en un primer tiempo en el que fue mejor, pero en el segundo tiempo perdió soltura, seguridad y funcionamiento. Esa es la irregularidad que lo está condenando. Es dos equipos en uno y eso, en el fútbol, se puede pagar con derrotas.

