Una de las cabeceras del Mundialista de Mendoza, repleta con hinchas de River Plate en el partido del sábado ante Independiente Rivadavia, demostró la real dimensión de la influencia de este club de fútbol en la sociedad argentina. ¿No se puede jugar con hinchas visitantes en el Nacional B? Una medida que mañana será obligadamente revisada porque las autoridades saben que será prácticamente imposible hacerla cumplir con cada presentación del Millonario de visitante.
Y mucho menos con el arranque futbolístico que tuvo el equipo que dirige Matías Almeyda, que del "período de adaptación" a la categoría no muestra ningún efecto.
El nuevo River, combinación de jugadores con pasado en Europa con otros de la propia B Nacional, más un par de pibes (que ahora sí se sienten contenidos), parece estar fraguando de la mejor manera. Y eso despertará una adhesión que ya es evidente: tuvo mejor rating televisivo su debut que la goleada de Boca ante Unión y anteayer "los no hinchas de la Lepra" coparon esa cabecera. El equipo gana y más gente querrá ver "la campaña de la vuelta". Un romanticismo inigualable.
Su próximo compromiso será especial para los sanjuaninos, ya que lo visita Desamparados. Al menos para Sportivo, la sanción sobre el club de Nuñez de jugar a puertas cerradas por los incidentes del partido del descenso, le permitirá que sean solamente 11 contra 11. Y no estará esa renovada turbina de aliento para el Millo.
