Del 28 de julio al 10 de agosto en Lima, capital de Perú, se disputará el fútbol en los Juegos Panamericanos. Argentina, bajo la dirección técnica de Fernando Batista, será uno de los ocho seleccionados que competirán teniendo de objetivo el oro, sabiendo que es gran candidata ante la ausencia de Brasil. El reglamento marca que el plantel debe estar formado por jugadores Sub 23, a excepción de tres que pueden ser mayores. Para la albiceleste comenzó a sonar hace un tiempo este triplicado de players: Matías Caruzzo (34 años), Maximiliano Rodríguez (38) y…Javier Mascherano, de 34 abriles y disputando su segunda temporada en el fútbol de China. El Jefecito ya renunció a continuar en la albiceleste luego del Mundial de ‘Rusia 2018’, pero ahora parece que podría volver de su adiós. “No lo descarto. No hay nada definido, pero por qué no?”, se preguntó ayer para un medio radial bonaerense.
Mascherano le podrá aportar su experiencia a un plantel plagado de juveniles. Algo tan cierto como que seguramente hay otros futbolistas que puedan brindarle lo mismo o algo similar a los colegas del doble campeón olímpico.
El ciclo del volante en la selección tuvo un capítulo final pésimo con la eliminación en octavos de final del torneo ecuménico el año pasado. Quedó un mal recuerdo de su labor en la cancha e incluso su rol de ‘doble comando’ junto a Messi para comandar un plantel al que su entrenador, Jorge Sampaoli, dejó de conducir literalmente post 0-3 ante Croacia en la fase inicial. Su orgullo y temperamento al vestir la camiseta nacional es algo que nadie puede discutirle. Los 147 encuentros parecieron demasiado como que la película tuvo varias sagas innecesarias. El Panamericano aparente estar en esa línea.
No se trata de su rendimiento, algo claramente en declive que lo llevó a elegir a Asia como destino luego de su salida del Barcelona multicampeón.
La incógnita pasa por saber si el Bocha, que desde mañana dirigirá en el Mundial Sub 20, no dará un paso atrás con la célebre ‘renovación’ que marcó Lionel Scaloni en la lista para la Copa América de Brasil.
Llevar a Mascherano parece restar más que sumar, apuntando a un futuro ya sin esa generación que llegó a varias finales pero que no pudo coronarse y más aún, evidenció una alarmante lejanía con el público. Acaso, en ese punto la relación del ex-River con los hinchas no tenga retorno. Del otro lado, del futbolista, se marcó el deseo de “poder aportar en lo que sea”
La falta de motivación real en el Fortune puede ser una buena explicación. Aunque el propio santafesino ya marcó su intención de algún día conducir la selección mayor y por eso, está claro que su participación bien podría venir por ese lado.
Hay otra intriga crucial. ¿Es Batista el único que define si Mascherano es llamado o no? Se recuerda bien como Claudio Tapia, presidente de la AFA, más de una vez ponderó al mediocampista e incluso apuntando que debía seguir jugando en la selección.
La definición se sabrá en unos días, pero da la impresión que todo dependerá de Mascherano. Como cuando estaba ‘dentro’ del barco y con su amigo Messi hacían mucho más que jugar en la cancha.