En realidad es algo así como un espejismo. Porque una vez que finalice este Mundial, a este bello estadio que servirá de escenario le quedarán pocas chances -casi nulas- de seguir con vida. ¿Porqué? Porque todo es superficial. La estructura está montada con elementos que se levantarán apenas finalice el Campeonato. Sólo el piso seguirá. Claro, seguro que lo utilizarán como un playón deportivo que albergue distintas disciplinas. Eso sí, siempre al aire libre y al lado del mar. Hasta se podría decir, casi dentro del mar. Porque para montar el lugar le han ganado a la playa misma.

Por ejemplo, las tribunas son tubulares. Tiene una capacidad para 1.500 espectadores. La estructura de las tribunas es toda de hierro y caño, hasta los mismos asientos. Hasta ayer ni siquiera estaban pintadas. Sólo las escaleras (de color amarillo). Lógicamente las barandas de las cancha de granito también son desmontables. Las paredes que dividen del exterior (de unos 9 metros de altura) no existen. Simplemente son de una media sombra gruesa que por el lado de afuera han sido pintadas con los logos del Mundial. El techo es del mismo material, es decir de esa media sombra. ¿Y si llueve? Acá nunca llueve. Puede temblar, puede correr viento, pero nunca lloverá. Por eso con este escenario se dan el gusto de levantarlo con éstos elementos. La parte lateral este, que en una esquina es la entrada principal, da a la avenida Pratt, la principal de la ciudad. Las cabeceras dan a una plaza y a una confitería. Y la otra lateral, la Oeste, directamente al mar. Sí, las olas gigantes de Playa Brava (cómo serán de grandes que está prohibido bañarse) llegan a metros de donde está el micro-estadio. Rompen a unos 100 metros y terminan a unos diez. Para quienes no están acostumbrados, hasta les da miedo. Por supuesto, la belleza del lugar es inigualable. Los camarines y el resto de “oficinas” funcionan en unos tipos de carpas que están pegadas a la estructura principal. Todo es levantable. Nadie puede negar la dedicación y preocupación que le ponen todos. Pero todo es muy raro. Dicen, los entendidos que este Mundial ni se tendría que haber hecho. Que deberían haber esperado hasta China, el año que viene, cuando se hagan todos los mundiales de hockey juntos. Habrá que esperar. Por ahora, se ven las ganas pero preocupa otros aspectos que son demasiados.