Esta tarde desde las 16 se disputará la quinta fecha del calendario rutero sanjuanino. Con la organización del Club Ciclista Independiente se correrá una prueba de 180 kilómetros que, adaptándose a la moda actual de modificar el nombre de las competencias que no respetan su trazado original, se llamará “Homenaje a la Mendoza-San Juan”. O sea que, la prueba más antigua de la historia del ciclismo en ruta no tendrá, como no lo tuvo en algunas ediciones anteriores, el recorrido que la hizo grande y le dio el carácter de ser la única clásica que unía las capitales de las dos provincias cuyanas: Mendoza con San Juan.

La primera de las mutaciones estuvo dada en el final. Se largaba en la Costanera y calle Lavalle (Mendoza), pero no llegaban al velódromo “Vicente Chancay”. Terminaron en 9 de Julio, como ocurrirá esta tarde y alguna vez en Pocito, como pasó en 2008 luego de dar algunas vueltas a un circuito de la zona.

Que el camino estaba en mal estado, fue alguna vez el motivo. Otras veces se argumentó que no se consiguieron los apoyos necesarios y la carrera no respetó el trazado que la hizo grande, porque quienes la ganaron después de titánicas luchas deportivas fueron muchos de los mejores ciclistas nacidos en este país.

Tan grande fue la Mendoza-San Juan, que en 1972 la eligió Antonio “Payo” Matesevach para volver a la actividad después de su accidente en Winnipeg, Canadá. “Eran otros tiempos, era otra la historia”, como decía la canción de la cerveza para el Mundial de Fútbol de Corea-Japón 2002.

A LA RUTA

La carrera de hoy se pondrá en marcha a las 16, desde Trinidad (ver infografía) y después de cruzar Rawson, Pocito y Sarmiento, entrará unos metros a Mendoza, para -en donde está ubicado el control forestal- girar en “U” (como pasó el domingo pasado con el “Homenaje a los Valles Iglesianos”, en Talacasto) y retornar por la misma Ruta 40.

El final será en 9 de Julio, después de atravesar el corazón de Media Agua, tocar otros distritos del norte sarmiento y pasar por 25 de Mayo hasta ingresar al departamento donde estará el arco de llegada.

Por ser una carrera en ruta abierta y por participar de ella la totalidad de los equipos que animan la temporada se espera que tenga un desarrollo interesante. La extensión obliga a todos quienes la corran a respetar pautas que les permita arribar a un posible, como casi cantado, final en embalaje masivo, con la mayoría de sus soldados en condiciones de presentar batalla en el momento postrero. El equipo que tenga los ciclistas más lúcidos en esos metros finales, ya sea porque alguno intente un ataque fulminante, o porque sean quienes mejor se “armen” para levantarle el embalaje a sus ciclistas, será quien tenga la mayor chance de quedarse con la victoria.

Es, como ya se dijo por la extensión, una carrera dura. Tiene algunos falsos planos, que no son decisivos a la hora de romper el pelotón, por lo que influirá mucho el trabajo de selección de los conjuntos más fuertes para debilitar a sus rivales. La clave, entonces, será sobrevivir a un elevado ritmo de carrera.