Multitudinario. El Bombonerazo fue todo un éxito. Miles de hinchas hicieron cola desde muy temprano para poder ingresar al entrenamiento abierto del plantel que comanda Guillermo Barros Schelotto. Un empujón anímico enorme para los jugadores de cara a la definición de la Copa.

 

Una multitud que obligó a cerrar la puertas de la Bombonera, con miles de personas que quedaron afuera del estadio sin poder ingresar, respaldó ayer por la tarde al plantel de Boca Juniors con un "banderazo" y pidió al equipo que le gane a River el sábado en el Monumental para conseguir la Copa Libertadores. La mala noticia llegó posentrenamiento ya que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió la clausura de la Bombonera por lo que en caso de ser campeón el xeneize mañana, no se podrán realizar los festejos en ese reducto.

"Jugadores, jugadores/ no se los decimos más/ la Copa Libertadores/ de La Boca no se va", fue el hit que los hinchas cantaron reiteradamente, mientras los jugadores saludaban y también aplaudían a las colmadas tribunas.

Tras un ejercicio con pelota y un divertido "picado" con todos los jugadores mezclados en un espacio reducido, con varios goles gritados por la gente, los jugadores y el cuerpo técnico recorrieron el campo de juego y saludaron a los cuatro costados.

Allí se vio al entrenador Guillermo Barros Schelotto muy emocionado, cantando junto con la gente, mientras los jugadores se abrazaban entre ellos y levantaban sus brazos en señal de saludo a la concurrencia.

En ese contexto, un hincha que se introdujo en el campo de juego y que era controlado por la policía y la seguridad privada del club, se calmó cuando Tevez se acercó y le dio un abrazo ante una ovación.

 

Apache y héroe. Un hincha sorteó el control de seguridad e ingresó al campo de juego, cuando lo iban a detener Tevez lo salvó.

 

Las puertas tuvieron que cerrarse a las 17 horas. Afuera quedaron miles de personas que no pudieron entrar y hubo algunos incidentes con la policía en la puerta 7, la que da a Casa Amarilla.

"La Bombonera ya está llena para alentar a nuestros jugadores. Nuestras disculpas a todos los que no van a poder entrar, pero somos tantos millones… Gracias, gracias!!", señaló entonces la cuenta oficial de Boca en la red social Twitter, en un intento para que la gente no presionara sobre las puertas.

Después, todo se realizó en un clima de fiesta y hasta el "Loco banderita", como se conoce al utilero Oscar "Cachito" Laudonio, volvió a lucir su colorido traje murguero para recibir la salida de los jugadores, después de un tiempo sin ingresar a la cancha.

River y Boca, que empataron 2-2 en la final de ida, jugarán la final de la Copa Libertadores mañana en el estadio Monumental, con el arbitraje del uruguayo Andrés Cunha. A un día de ese esperado espectáculo, los ojos del mundo ya están puestos en el Superclásico argentino. El tiempo se acorta y los corazones comienzan a latir más fuerte.

 

Tevez resultó el más ovacionado por la gente. El Apache mantiene su idolatría intacta.

Lleno. Así fue el marco de las tribunas del coloso xeneize. Nadie quiso perderse la cita.

 

 

 

¿Quién reemplaza a Pavón?

Previo al entrenamiento abierto en la Bombonera, los futbolistas trabajaron durante la tarde en el predio de Casa Amarilla, en donde Guillermo paró un equipo y realizó un táctico a puertas más cerradas que de costumbre.

Sin ningún tipo de confirmación, pudo saberse que de ese táctico se desprendería que el posible once boquense formaría con Esteban Andrada; Leonardo Jara, Carlos Izquierdoz, Lisandro Magallán, Lucas Olaza; Nahitan Nández, Wilmar Barrios, Pablo Pérez; Agustín Almendra o Sebastián Villa, Mauro Zárate o Tevez; y Ramón "Wanchope" Ábila.

En este punto es donde queda en claro que la lesión de Cristian Pavón, desgarrado en el empate 2-2 ante River el 11 de noviembre pasado, generó muchas dudas para su reemplazo, como lo indica la danza de nombres que tienen chances de jugar.

Eso fue antes de que los futbolistas se trasladaran desde el predio Pedro Pompilio a la Bombonera, donde los esperaba una multitud ansiosa que obligó a la dirigencia de Boca a cerrar las puertas del estadio pasadas las 17.