Para darse cuenta de la dimensión que tiene Estudiantes en el fútbol argentino basta con decir que fue el primer club campeón a nivel profesional fuera de los históricos cinco clubes grandes. Lo hizo con la coronación en aquel inolvidable Metropolitano de 1967. Semejante institución tiene una rara y negativa particularidad como es actualmente no contar con un estadio propio.
El reducto Pincha, donde el equipo de Osvaldo Zubeldía a fines de la década del "60 ganó nada menos que tres Copas Libertadores y una Intercontinental, se encuentra en pleno proceso de construcción después que fuera demolido en su totalidad en el 2005. El último juego que se disputó en la Avenida 1 entre 55 y 57, tal cual es la ubicación original del estadio, fue un clásico platense ante Gimnasia y donde Estudiantes se despidió con un 1-0 marcado por José Luis Calderón. A partir de entonces se dio paso a la demolición. Pero lo que debía ser la construcción del nuevo estadio se detuvo en el 2007 por problemas con una ONG destinada al cuidado del medio ambiente. Es así que incluso actualmente se encuentra solo un par de sus tribunas construidas y se está a la espera de un nuevo proyecto para finalizarlo. Un paso clave que se dio para darle un nuevo impulso a la obra se llevó a cabo en junio de este año cuando el presidente del club, Rubén Filipas, junto al capitán, Juan Sebastián Verón, y el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, firmaron un acto recibiendo las tierras del predio al club de forma definitiva.
El antiguo estadio del Pincha tenía una capacidad para 28.000 espectadores y fue demolido debido a que sus tribunas eran de madera, algo no permitido en la actualidad por normas de seguridad. El proyecto nuevo apunta a 25.000 espectadores sentados para el estadio y el mismo debería ser terminado en el cierre del año próximo. Si bien los presupuestos fueron muy variables a lo largo de los últimos tiempos se habla que el costo total para su construcción será de unos 15 millones de dólares.

