Un fin de semana inolvidable para esa mezcla de sentimientos, pasión y orgullo que genera el fútbol de tierra adentro. Un fin de semana inolvidable para la gente que ama, que vibra, que siente por Defensores de Boca Juniors. Un fin de semana inolvidable que empezó con el festejo de los 67 años del club el sábado y se completó el domingo con la conquista de su primer Torneo de Clubes Campeones al igualar sin goles con Villa Etelvina, en Caucete, en la segunda final del certamen que pone en juego la Copa Challenger DIARIO DE CUYO. Así lo vivió Defensores de Boca y toda su gente que decidió mudarse a Caucete para apoyar a esos colores que son capaces de generar cualquier cosa. Fue absoluto y merecido campeón. Desde el arco con la seguridad de Cristian Espinoza, pasando por la seguridad de Hugo Frías en la zaga, la estampa de Pablo Cabrera en el medio, el talento de Heraldo Zamora y la potencia del dúo Méndez-Caviudo en el ataque. Esas fueron sus razones y toda la convicción de un club para hacer historia en el fin de semana en el que festejó 67 años de trabajo.

Hubo una final, jugada como todas las finales. Ríspida, dura. Tremenda. Al todo o nada para ambos y con el peso de Villa Etelvina para ir a descontar el 0-2 del partido de ida. Defensores de Boca lo controló con seguridad. Nunca lo superaron y siempre tuvo el partido en su poder. En la primera parte. la más clara fue un remate de Zamora que besó el palo izquierdo de Arrieta mientras que Villa Etelvina dejó todo su amor propio para emparejar una historia que no era cómoda. En el cierre del primer tiempo, José Ozán tuvo el único mano a mano con Espinoza pero no pudo.

En el complemento, con el reloj como enemigo extra, Villa Etelvina ya fue más impotencia que nada. Boca se le acomodó, lo esperó bien parado y lo lastimó en la contra cuando se juntaron Méndez, Caviudo y Zamora. A los 27’ Méndez le quemó las manos al arquero Arrieta. Esa sería la última llegada a fondo del campeón. Mientras los cauceteros apostaron el resto que tenían para llegar al gol y en el filo mismo del partido casi se les dio cuando Sergio Vega estrelló su remate en el travesaño.

Pero claro, el título ya había empezado a ganarse la semana pasada en Los Berros y Defensores de Boca lo terminó de cerrar en un fin de semana inolvidable: el de su cumpleaños.