El motivo por el que Henry Martin cambió sus planes deportivos para este año está por entrar en escena. El sanjuanino decidió no incursionar en ninguna categoría nacional para enfocarse en un nuevo desafío para su extensa trayectoria, como son las 24 Horas de Nürburbring, que se disputarán la próxima semana, entre el 14 y 17 de mayo, una prueba considerada épica en un circuito único en el mundo.

“Esta carrera exige otra mentalidad, es una maratón en la que puede pasar un montón de cosas en un circuito que no da respiro. Es realmente complejo”, afirmó Henry, que pasado mañana parte en el primer grupo de la delegación argentina hacia el circuito alemán.

El excampeón en TC 2000 y TR Series integrará uno de los dos equipos de “Escudería FE – Misión Argentina”, junto a Rubén Salerno, Jorge Cersósimo y Alejandro Chawan. Los cuatro pilotearán un BMW Z4, inscripto con el #181.

Un requisito para poder debutar en esta competencia es rendir un examen teórico-práctico, que Henry realizó el mes pasado y ahí ya vivió en carne propia el apodo del autódromo Nordschleife, el “Infierno Verde”. En sus casi 26 kilómetros de recorrido, Henry afirmó que “uno entra en una zona boscosa como si fuera un túnel y cuando salís decís ‘por fin’. Nunca hay una pausa, es como si El Zonda fuera siete veces más grande”.

En esta época del año, la lluvia es un ingrediente a tener en cuenta. “No es sólo que empiece o deje de llover en la carrera. Puede ser que la pista esté casi seca y justo una curva ciega esté muy mojada porque los árboles tapan el sol”, detalló Henry.

Y otro aspecto es la cantidad y variedad de participantes. “Son más de 300 autos, de diferentes categorías. Nos mostraron videos de la cantidad de accidentes porque hay autos que marchan a 300 kilómteros por hora y otros, a 250. Hay momentos en los que tenés que ir mirando más para atrás que para adelante”, soltó con una sonrisa el sanjuanino.

El entusiasmo se apoderó de Henry, quien reconoció que se emocionó cuando el mes pasado vio la estatua a Juan Manuel Fangio en la puerta del autódromo alemán y que el restaurante más emblemático de la Villa que se encuentra cerca se llame “El Chueco”, apodo del exmulticampeón de la Formula 1. “Además de apreciar el respeto que sienten por Fangio, me puse a ver entrevistas que le hicieron ya sea por el equipo de los Torino que dirigió o por la famosa carrera en este trazado en la que consiguió su último título. Lo escucho y parece que me estuviera hablando a mí”, confesó.

El objetivo de base que se planteó junto al equipo en sus primeras 24 Horas es “ver la bandera a cuadros. Creemos que si llegamos, podremos estar en el podio de nuestra categoría. Los autos que pelean la victoria general son los GT3”.

Luego se enfocará nuevamente en la otra gran meta para este año como es clasificar por tercera vez al Mundial Rotax de karting. Pero ahora, orillando ya los 50 años, va rumbo a un nuevo desafío. A uno de esos que movilizan en serio.