Si fuera un balance económico, los números darían en rojo. No habría administrador posible que fuera capaz de ‘maquillar’ de alguna manera la mala tarea de los tres equipos de fútbol sanjuaninos que cerraron sus campañas en el ámbito nacional. Se trata de San Martín en la Primera Nacional, y Desamparados junto a Peñarol en el Federal A. Un dato: ninguno llegó a la ronda de play off para intentar luchar por un ascenso. Es más, uno de ellos, el puyutano, el segundo equipo más importante de la provincia, perdió la categoría luego de seis años. Se trata de rendimientos que obviamente no dejaron conformes a los hinchas y con algunas similitudes entre los tres: ninguno superó el 50% de efectividad de los puntos en juego.

De arriba hacia abajo. El Verdinegro tuvo un año alejado de lo esperado. San Martín, que arrancó la temporada con Paulo Ferrari de entrenador y la finalizó con Raúl Antuña, es siempre un animador de la segunda categoría y por eso su no participación del Reducido que dará el segundo ascenso a Primera suena a, como mínimo, gran frustración. Más aún teniendo en cuenta que le bastaba con estar entre los 13 primeros de la tabla, dentro de una categoría con 37 clubes. Se quedó afuera del Reducido por dos puntos, siendo su Talón de Aquiles claramente la campaña de visitante.

San Martín y Peñarol tendrán vacaciones más largas de lo habitual por el Mundial.

Ya en la tercera categoría del país, Desamparados vivió una temporada azabache. La situación institucional tuvo de correlato las decisiones erróneas en el armado del plantel, la mala elección de los dos primeros DT (Marcelo Fuentes y Luis Islas), más el hecho de nunca haber podido jugar de local en el Serpentario por el problema de agua para el riego del césped. Un conflicto que no encontró la solución en tiempo y forma de la dirigencia. El domingo pasado en Pocito y por un punto sufrió la condena de perder la categoría.

Peñarol, por su lado, se quedó con sabor a muy poco. Se armó con jugadores de renombre para la categoría, aunque recién en la penúltima fecha pudo respirar tranquilo al asegurarse la permanencia. Tuvo solamente a Cristian Bove en la conducción técnica y lo que en su momento parecía clasificación muy cercana a los play off, no pudo darse.

Un paralelismo entre los tres clubes es que sus presidentes tuvieron en este 2022 ‘doble función’. Jorge Miadosqui distribuyó su tiempo entre San Martín y la secretaria de selecciones. Oscar Cuevas largó el año presidiendo la Liga y Peñarol, quedándose solo en el club desde mayo. En tanto, Juan Valiente, inició el 2022 comandando Desamparados, luego arribó al sillón principal de calle Santa Fe para suceder al Pato y se mantiene al mando del víbora.

Un panorama por demás flojo para San Juan. Más aún si se tiene en cuenta lo que pasa con los vecinos mendocinos, a los cuales se le ‘caen’ los equipos en categorías nacionales. Tienen a Godoy Cruz en Primera; Gimnasia, Independiente Rivadavia (ambos en Reducido) y Maipú en la Primera Nacional, más Huracán Las Heras en el Federal A.

Acaso tras este amargo 2022 sea momento que el máximo organismo deportivo provincial, encargado de aportar en gran medida los presupuestos de estos clubes, direccione una mayor inversión entendiendo que el fútbol continúa siendo el deporte que más apasiona. Todo potenciado si se observa como llegan eventos de otras disciplinas con casi nula participación de público. Ya que, por ejemplo, ningún equipo de automovilismo tiene más hinchas que San Martín, Desamparados o Peñarol.

 

San Martín / Primera Nacional

 

Cerca. El Verdinegro quedó a dos puntos de meterse en el Reducido por el segundo ascenso.

 

Desamparados / Federal A

 

Abajo. El Víbora descendió luego de seis años en la tercera división del país.

 

Peñarol / Federal A

 

Justo. El Bohemio recién pudo asegurar la permanencia en la penúltima fecha de la campaña.