LONDRES 21 de julio.- Eric Moussambani no ganó ninguna medalla, pero fue uno de los personajes célebres de los Juegos de Sydney 2000, como la antítesis de los héroes olímpicos por sus dificultades para acabar la prueba de 100 metros en la ciudad australiana, mientras el público pensaba que se ahogaba.

El ecuatoguineano, que ahora tiene 34 años y compitió en Sydney con 22, nunca había nadado en una piscina de 50 metros antes de competir en los Juegos de 2000.

Eric Moussambani nadó esos 100 metros en 1 minuto, 52 segundos y 72 centésimas, una marca que dobla los tiempos de los finalistas olímpicos y que incluso supera los registros en 200 metros de los grandes especialistas.

Con Moussambani, al que se apodó con ironía Anguila tras aquellos Juegos de Sydney, se descubrió que en un evento lleno de ídolos, también tenían cabida los antihéroes.

El nadador africano consiguió participar en los Juegos Olímpicos sin alcanzar los tiempos mínimos requeridos gracias a un sistema diseñado para permitir la participación de deportistas de países en vías de desarrollo.

Tras la prueba de Sydney se convirtió en un héroe popular invitado a programas de televisión y diversos actos, dejando a la sombra a los medallistas olímpicos.

Moussambani siempre soñó con participar en el atletismo de los Juegos pero el equipo de Guinea Ecuatorial ya estaba completo para Sydney-2000 y el comité de su país le propuso prepararse en natación, para utilizar la plaza que les otorgaba el COI dentro de su programa para los países en vías de desarrollo.

Con sólo ocho meses por delante, decidió mejorar su técnica de nado en una piscina de 25 metros en una piscina de un hotel en su país, debido a la falta de estructuras.

Cuando vio la de 50 metros en los Juegos de Sydney pensó que solo tenía que hacer el trayecto de ida. "Los últimos quince metros han sido muy difíciles", comentó después. Le tocó una serie con dos nadadores de Tayikistán e India, que fueron descalificador por salida falsa y debió nadar solo.

Tras su celebridad, se trasladó a España, donde tenía familia, y consiguió el billete para Atenas-2004, pero no pudo competir ya que su país no le tramitó a tiempo el visado. En Pekín 2008 volvió a intentarlo pero esta vez no se clasificó.

En marzo de 2012, Moussambani, que trabaja en la industria petrolífera en su país, fue nombrado entrenador del equipo nacional de natación de Guinea Ecuatorial, por lo que estará en Londres-2012.

Tras los Juegos de Sydney, la atención de los aficionados también está en seguir a los antihéroes como Moussambani. ¿Cuál será el de los Juegos de Londres-2012?