Tiger Woods, el mejor jugador de la historia del golf, el deportista mejor pago del planeta se mostró, ayer, en una foto que publicó en sus redes sociales, a dos meses de un accidente de tránsito que casi le cuesta la vida en las afueras de Los Ángeles.
En la imagen aparece con su perro Bugs, en un campo de golf en Florida donde se recupera y con una bota ortopédica en su pierna derecha que sufrió varias quebraduras. "Mi Norte es progresar más rápido de lo que soy yo. Pero es lindo tener un compañero de rehabilitación que tiene fe, el mejor amigo del hombre", fue su mensaje junto a la imagen que en casi una hora de publicación recibió nada menos que 300.000 "me gusta".
La fortuna de Tiger Woods, según la revista Forbes, es de 800 millones de dólares.
Su virtuosismo en el deporte contrastó con sus decisiones, tal cual reconoció en una entrevista tras ganar su último Grande hasta el momento, Augusta en 2019. Sus formas lo llevaron a tomar decisiones drásticas y sin muchas explicaciones: echó a su caddie con el que ganó 13 de sus 15 Majors sin motivo aparente. Borró de su vida de un plumazo al abogado que gestó diversos contratos millonarios. Woods edificó su carrera magistral rodeada de misterio: hizo un culto y negocio de ello. Pero nada es para siempre. En 2009 tuvo el comienzo del fin de esa imagen ""inmaculada". Su primer accidente de tránsito destapó su "Lado B". Tras discutir con su esposa de entonces, la modelo Ellin Nordegren, se dio un palo que casi le cuesta la vida: fue al salir a muy alta velocidad de su casa, luego que su cónyuge descubriera una infidelidad. Eso desembocó en el divorcio, en perder millones de dólares en el reparto de bienes y en conocerse su adicción al sexo: según diversos medios, Tiger llegó a tener nueve amantes al mismo tiempo. Su imagen se hizo añicos y los sponsors lo empezaron a dejar solo. El cuerpo también lo abandonó y aparecieron los dolores terribles de espalda, teniendo que pasar cuatro veces por el quirófano. Su calidad de excepción igual le permitió ganar en Augusta hace dos años su hasta ahora último Major. Nadie, absolutamente nadie, puede afirmar que sea el último.