Un partido de semejante calibre no podía terminar de otra manera. España y Portugal salieron a darlo todo y hacer honores en el partido que, a priori, era el más atractivo de la fase de grupos. El campeón de Europa y uno de los candidatos al título llevaron la intensidad a tope, jugaron un partido digno de etapas finales y en su estreno en la fase de grupos del Mundial de Rusia 2018 empataron 3-3.

 

Portugal no perdió el tiempo. El conjunto luso impuso condiciones desde el inicio y golpeó rápido a una España que llegó a este gran duelo en plena turbulencia por el despido de su entrenador de los últimos dos años, Julen Lopetegui. Y no sólo se adueñó del balón y empujó a su rival contra su portería, sino que rápidamente se puso en ventaja. Cristiano Ronaldo fue derribado por Nacho en la puerta del área en el minuto 4 y el árbitro italiano Gianluca Rocchi sancionó penal. El propio capitán portugués lo transformó en gol con un remate certero.

 

Sin embargo, poco a poco, España salió de su confusión y comenzó a ser más lúcido. Pese a que las indicaciones las daba Fernando Hierro, volvió a jugar al estilo que construyó durante los últimos dos años con Lopetegui y ganó terreno. En el minuto 22, Diego Costa peleó un balón aéreo con Pepe, lo ganó y al ingresar al área encontró el hueco perfecto para rematar y establecer el 1-1. Un gol que el daba un respiro a La Roja porque estaba sufriendo de contraataque.

 

Cuando parecía que España encarrilaba el partido y se disponía a sacar pecho ante su rival más poderoso en el Grupo B, una acción sobre el final del primer tiempo le quemó los papeles. Cristiano Ronaldo volvió a ser determinante. Apareció en el momento justo para sacar un remate lejano que, con ayuda de David De Gea, se metió en la portería española. El portero del Manchester United tuvo un error garrafal que favoreció al elenco luso. Los portugueses se marcharon al descanso en ventaja sin haber hecho mucho para lograrlo. Golpearon al inicio, soportaron la embestida española y remataron al final. Siempre gracias a CR7.

 

La Roja salió al complemento a combatir con la pelota. Sus posesiones eran largas pero con sentido. España podía tocar con comodidad hasta que superaba la línea del centro del campo, ya que ahí chocaba con el muro de Portugal. Ser protagonista le daría sus frutos, el equipo de Hierro lograría la remontada.

 

El gol del empate llegó con un tiro libre en el minuto 56, con un centro de David Silva al segundo palo y con Diego Costa empujando la pelota en la línea. El goleador del Atleti anotaba su segundo gol en el partido.

 

Tres minutos más tarde, España pasó al frente con un espectacular gol de Nacho, el mismo que había derribado a Cristiano al iniciar el partido. Fue una gran jugada colectiva que terminó con un balón suelto en la zona frontal del área y por allí apareció el defensor del Real Madrid para ejecutar una volea sensacional que hizo que el balón pegue en el palo antes de entrar. Un gol impresionante para el 3-2.

 

España tenía el partido en sus manos con pocos minutos por jugarse. Pero todavía faltaba la última aparición de CR7, el hombre del partido. Gerard Piqué le cometió una falta a Cristiano en la puerta del área y el astro del Real Madrid acomodó la pelota con confianza plena. Retrocedió unos pasos, tomó aire y ejecutó de forma perfecta. Su tiro se estampó en la red dejando parado a David de Gea. Lo festejó con euforia e hizo su clásico gesto de señalarse el pecho y el suelo. "Yo estoy aquí", gritaba el héroe de Portugal, que rescató un empate en la agonía el encuentro.

 

Los dos últimos campeones de Europa (Portugal se coronó en 2016 y España en 2012 y 2008) no han decepcionado en absoluto en su partido jugado en el estadio Fisht de Sochi. Ambos equipos han quedados escoltas del Grupo B, ya que Irán venció de forma agónica a Marruecos y es el único líder de la zona con seis puntos.