Guillermo Salatino, ese prócer del periodismo deportivo con más de seis décadas de trayectoria especializado en el tenis, acunó una frase que ya es su marca registrada. "El tren pasa una vez, si no te subís…". Salata, como se lo conoce en el ambiente, la enuncia en referencia a cuando un jugador tiene una gran chance para ganar un partido o acercarse al triunfo y deja escapar la oportunidad. Seguramente Salatino hubiera dicho esto de UPCN cuando el martes le ganaba 2-0 al campeón brasileño, Funvic, e ingresó en un espiral negativo que llevó a finalmente caer 3-2. Fue el tropezón que pudo ser hazaña pensando en acceder a las semifinales del Mundial de Clubes de vóleibol que se disputa en Betim, Brasil. Con la obligación enorme de ganarle ayer al último monarca ecuménico, el súper poderoso Cucine italiano, el gremial poco pudo hacer y en esta ocasión perdió por un contundente 3-0 con parciales de 19-25, 13-25 y 21-25. Fue todo lógica el encuentro ante el equipo que tiene como una de sus figuras al armador de la Selección argentina, Luciano De Cecco. Los Cóndores, como marcan los scores de cada parcial, nunca estuvieron en partido y por eso la idea de estar entre los cuatro mejores clubes se truncó. Antes del certamen se sabía que UPCN estaba un par de escalones por debajo de sus rivales en el grupo, aunque la gran actuación en el comienzo ante Funvic dio como para ilusionarse con otra página dorada del conjunto sanjuanino. Eso no ocurrió y entonces ahora sólo queda retornar al país. El próximo objetivo del gremial, que perdió las dos finales que disputó en este inicio de temporada, será la Copa Aclav.