Lo había dicho Silvio Prieto en la semana: ‘Aún todo es posible’ y en el mundo de Sportivo Desamparados es el partido del año para tratar de mantener vivas las esperanzas de salvar la categoría. A las 20.30 cuando reciba a Brown de Puerto Madryn en el Serpentario, el Puyutano estará frente a frente con su más grande desafío en los últimos 10 años: quedarse en el Argentino A. Necesita ganar para alcanzar a Brown en la tabla general y además quedar a tiro de un Cipolletti que está en problemas y tendrá que venir luego a San Juan. No será sencillo porque en Sportivo han pasado demasiadas cosas que mellaron sus reservas anímicas y futbolísticas. De llegar en 2011 a la Primera B Nacional, pasó luego por 18 meses que se llevaron dos presidencias, seis entrenadores y un descenso. Pero su gente ya no quiere más y si bien digirió a medias la caída desde la B Nacional, ahora perder el lugar en el Argentino A suena a catástrofe. En este cuadro de situación, tal vez lo más positivo que tiene a mano Desamparados es que aún depende de si mismo y que con las matemáticas a cuestas, ganando lo que le queda estará salvado. Pero su rendimiento futbolístico es lo que lo afecta y conspira contra esas opciones. Hace rato que no gana y menos en San Juan por lo que hoy puede ser el gran día.
En lo futbolístico, Luis Recúpero decidió darle el perfil más ofensivo posible al equipo con algunos cambios de nombres y también en el esquema. Defenderá con tres atrás, mostrando la vuelta del mendocino Sebastián Sánchez en la defensa, mientras que Silvio Prieto será la apuesta al desequilibrio con su presencia entre delanteros y mediocampo. Esa es la idea de Desamparados y ya casi no tiene misterios. Será al ataque, con convicción, orden y mucha personalidad. En Puyuta saben que es el partido del año y contra Brown cualquier otro resultado que no sea una victoria será casi segura condena a un descenso que nadie quiere. Sportivo se juega el partido de su vida y hoy necesita más que nunca a su gente para tomar oxígeno.