San Juan, 30 de Marzo.- Bruno Cervera vivirá hoy un momento único porque después de tres años de caer de un primer piso y sufrir lesiones que lo dejaron al borde de la muerte, podrá jugar la final de la Liga A2 de voleibol que le podría dar la posibilidad a Obras de volver a primera.

El joven de 18 años no se cansa de decir que lo suyo “fue algo así como un milagro” y algo de razón parece tener. El 9 de septiembre del 2009, y con tan solo 15 años, cayó por accidente del primer piso del hotel donde se alojaba junto a la selección sub-16, en Caleta Olivia, Santa Cruz. “La verdad es que mucho no me acuerdo, cuando me desperté ya estaba viajando a San Juan en un avión sanitario. Lo primero que pensé es que no iba a poder jugar más”, contó.

Aunque a Bruno no le gusta recordar lo ocurrido, la caída le provocó fractura de cráneo con edema cerebral, fractura en un hueso de la base del oído y fractura de clavícula. Sin embargo, su recuperación fue en muy poco tiempo.

“Estuve un tiempo internado y asombrosamente no tenía nada, sólo pequeñas secuelas que con el tiempo pude ir superando. Estoy acá por obra de Dios, no hay otra explicación. Yo se lo agradezco todos los minutos de mi vida”, confiesa.

Bruno no duda en señalar a su familia y la pasión que siente por el vóley como los principales pilares en los que sentó su recuperación. “Al comienzo me sentía mal, tocaba la pelota y lo hacía mal. Sin embargo, empecé a entrenar mucho y las cosas me empezaron a salir bien”, aseguró.

“Si el sábado y domingo ganamos, no le pido nada más a la vida. Yo vi descender a Obras y mi sueño es poder hacer que vuelva a primera. Esto sería lo máximo de mi vida, dejo todo en manos de Dios”, concluyó esperanzado.
Palabra de DT
Carlos Wierne era el DT de aquella selección Sub 16 que aquel 2009 llegó a caleta Olivia para disputar del torneo nacional. Hoy, a la distancia, recuerda el duro momento y se emociona al ver el presente de Bruno.

“En ese momento fue muy angustiante, estábamos lejos y solos. Se dieron cosas milagrosas que hacen que hoy el pueda estar vivo y disfrutando”, dijo el extécnico.

“Se me hace un nudo en la garganta cuando lo veo jugar y recuerdo todo lo que pasamos”, agregó.