Con un 2-0 de escaso vuelo, Vélez cumplió a primera hora de la tarde su cometido de vencer a Huracán en las soledades del Tomás Adolfo Ducó, esperó durante cuatro horas el único resultado que necesitaba de Lanús y cuando lo logró salió a festejar su octavo título nacional. La abulia del primer tiempo, extendida hasta Liniers por una pantalla gigante en el José Amalfitani, donde los hinchas velezanos siguieron el partido, fue cacheteada por el uruguayo Santiago Silva, que con un frentazo marcó recién a los 6 minutos del segundo tiempo ante un error de Gastón Monzón. Allí se le abrió el partido a Vélez, y si bien pudo ser más abultado el marcador por un par de ocasiones, y con Huracán ya sin la reacción que tuvo en el primer período, un penal en tiempo adicionado ejecutado por David Ramírez puso el 2-0.

Silva no perdonó una salida corta de Monzón y con un frentazo hacia abajo abrió el marcador. Cuando moría el partido Ricky Alvarez se mandó al área y Matías Quiroga lo bajó cometiéndole el penal que Ramírez cambió por gol y título.