El Tourmalet y sus 2.115 metros de altura, sus 19 kilómetros de ascenso con una pendiente media del 7,4 por ciento situados a tres días del final del Tour de Francia serán el juez de la edición de 2010 de la ronda gala, cuyo recorrido fue presentado ayer en París.

La mítica cima será la cereza del postre con el que los organizadores han querido celebrar el centenario del primer paso del pelotón por los Pirineos, convertidos para la ocasión en el plato fuerte de una edición donde la contrarreloj ha quedado relegada a un papel secundario.

Más montaña que el año pasado, un regalo para los escaladores, como el español Alberto Contador, que ya es considerado el principal candidato para quedarse con su tercer Tour.

Los contrarrelojistas han sido relegados a sólo 59 kilómetros divididos en dos etapas, el Prólogo de 8 km. en Rotterdam y la penúltima etapa, un tramo de 58 Km. entre Burdeos y Pauillac. En total, menos de 60 kilómetros de los casi 3.600 que se recorrerán en tres semanas.

Si la montaña será el plato fuerte del Tour de 2010, los Pirineos serán los que le pongan más intensidad a la edición. Y el Tourmalet el que personifica esa apuesta de los organizadores por ese macizo.

En dos de las cuatro etapas pirenaicas el pelotón ascenderá el Tourmalet. En la etapa 16 será una subida más y se hará por el lado de La Mongie, el más liviano, con 17,1 kilómetros al 7,4 por ciento.

Pero los ciclistas lo mirarán de frente de nuevo en la última etapa de montaña, a tres días de que el Tour baje su telón y lo hará por el lado más duro, por Barèges. Entonces no será una mera comparsa, sino el auténtico juez, meta de una etapa por segunda vez en la historia del Tour, después de que lo fuera en 1974.

Antes, los ciclistas habrán ascendido el Marie-Blanque y el Soulor y tendrán que echar el resto para llegar los más adelante posible en la general.

Del veredicto del Tourmalet sólo quedará una apelación, la de los 51 kilómetros de contrarreloj entorno a los viñedos bordoleses que dejarán, ahora sí, vista para sentencia la general.

En total habrá que subir 23 puertos, tres llegadas en alto y nueve de las 20 etapas de montaña o media montaña.

Como un homenaje, se subirán todos los puertos pirenaicos que se ascendieron en 1910, cuando Octave Lapize, que atravesó a pie el Tourmalet en cabeza, llamó "criminales" a los organizadores que habían programado esas subidas inhumanas.

"Un regalo para Contador", opinaba ayer el director del Caisse d’Epargne, Eusebio Unzúe, que señaló al madrileño como el principal candidato para renovar su triunfo.