Para los amigos es "Yope". Es un hombre de estatura media, tés clara y cabello castaño, robusto y con buenos sentimientos. Ayer, con un partido homenaje de despedida, Fernando Torcivia se retiró como jugador de rugby para emprender una nueva carrera, ser técnico de la primera división del club de toda su vida, el amado Universidad, que en la actualidad se llama Universitario Rugby Club.
"Estoy muy emocionado, pero prometo que no voy a llorar más. Agradezco a todos los que prepararon este partido de despedida para mí. Crecí en este deporte que con mucho sacrificio me dio muchas cosas. Y también aprendí a ser la buena persona que soy", dijo Fernando, en el momento en que justo había entrado a la cancha para jugar su último partido como jugador de Universidad.
El partido lo disputó en la cancha de rugby de equipo universitario, en Pocito, con otro equipo que se conformó con amigos, ex jugadores y técnicos que rodearon a Yope a lo largo de su carrera.
"Hacen 22 años que juego al rugby. Me acuerdo cuando empecé, a los once años, no tenía camiseta para jugar y mi mamá me tiñó de blanco un buzo y con eso jugué. Empecé porque mis amigos jugaban pero después seguí porque para mí esto es una pasión", se acordaba el rugbier, cuya posición habitual es foward.
Fernando fue por once años un nombre indiscutible en la selección sanjuanina, donde lloró de alegrías, al ascender con San Juan, y de tristezas por descender.
"Nombrar sólo una cosa que me haya cambiado la vida en este deporte no sería bueno, porque todo me cambió. Tuve innumerables satisfacciones, entre ellas formar parte del seleccionando nacional de ascenso, en 1999, y promoción en el 2000", comentaba el rugbier.
Después del encuentro, ya que también habían ido a despedirlo sus familiares y amigos con sus respectivas familias, compartieron un tercer tiempo donde recordaron viejos tiempos.
"Lo único que voy a extrañar será no jugar, porque voy a continuar vinculado a este deporte que amo", cerró Fernando.

