La Vuelta va creciendo año a año, no sólo en cantidad de inscriptos, sino también en lo relativo a detalles organizativos. Ayer, el Short Track se desarrolló con total normalidad, entregando a los medios que la cubren periodísticamente, y participantes, los datos de las clasificaciones minutos después de concluidas las series.

En cualquier punto del circuito donde uno se parara ayer, podía observar el despliegue de banderas con las publicidades de los diferentes sponsors, aparte de los arcos inflables y también de los gazebos que servían para cubrir distintos puestos de trabajo, como los de la organización. Además, los diferentes equipos se “armaron” para ofrecer a sus ciclistas lugares con las comodidades mínimas para desarrollar su calentamiento sobre el rodillo o guardar su indumentaria o pertenencias personales.

Las comodidades que ofrece el balneario, con sus sanitarios y lugares de esparcimiento permitieron armar el podio donde se entregaron los trofeos a los mejores de cada categoría con el fondo del espejo de agua del Dique de Ullum.

“Mañana armaremos un puesto de hidratación en la Ruta 40 y calle 13, en la puerta de la bodega Fabril Alto Verde”, explicó Abenamar Flores, encargado del marketing de Agua Clara by Graziani. “El domingo en Palmar del Lago llevaré el gazebo inflable para que los chicos tengan un lugar tranquilo para descansar”, confió Julio Calivar, propietario de Full Time que apoya a casi una decena de corredores de distintas edades”.

Todos, a su manera, corren la Vuelta. Esa que hoy a las 9,30 tendrá su segundo capítulo con el rural bike que se correrá en Pocito y que, desde las 14,30, en las cercanías del autódromo de Zonda, largará su contrarreloj.