Boca, cómodo líder del Clausura y flamante semifinalista de la Copa Libertadores, goleó anoche, de local, a Godoy Cruz de Mendoza por 3 a 0, en un entretenido encuentro por la 16ta. fecha. Con este resultado, Boca llegó a 32 puntos; mientras que Godoy Cruz se quedó con 11 unidades.

Boca jugó unos primeros 45 minutos extraordinarios, con presión en todos los sectores del campo, muy buen manejo de la pelota, volumen de juego, y profundidad y contundencia en ataque. En síntesis, el equipo de Falcioni jugó la mejor etapa inicial del torneo.

Todo ésto fue a partir de la excelente tarea de Rolando Schiavi y Juan Manuel Insaurralde en defensa, el despliegue de Diego Rivero por derecha, el criterio del exquisito Juan Román Riquelme en la gestación del juego, la movilidad y velocidad de Mouche y la peligrosidad y peso ofensivo de Cvitanich.
Así, con sólo éso, o mejor dicho con todo éso, Boca redondeó un gran primer período, en el que generó al menos seis ocasiones de peligro y marcó dos goles.

Pero también el equipo local contó con la complicidad de un rival que está muy lejos de ser lo que fue y que le dio muchísimas ventajas en defensa. Además tampoco supo o puso suplir la falta de juego con actitud. Entonces el partido se le hizo cuesta arriba. Es más desde el inicio todo fue de Boca. Así, Clemente Rodríguez (2m.), Cvitanich (5m.) y Walter Erviti (11m.) dieron las primeras señales de aviso. Y a los 13 minutos llegó la apertura del marcador con un preciso tiro libre de Riquelme desde la derecha y un certero cabezazo de Insaurralde. El 1 a 0 incentivó aún más al local. Entonces Mouche, de muy buen primer tiempo, tuvo el segundo en tres ocasiones (18m. 21m. y 22m.), pero no estuvo fino en la definición. Pero sobre los 42 minutos, un cambio de frente de Mouche desde la derecha, derivó en un preciso centro de Riquelme desde la izquierda, y finalmente un toque sutil de Cvitanich para establecer el merecido 2 a 0. Así, el resultado se acercó más a lo expresado y hecho por uno y otro equipo en la cancha. El conjunto de Falcioni hacía mucho tiempo que no generaba tanto en ataque.

La segunda etapa decayó un poco en el ritmo de juego, porque Boca reguló y aunque tuvo el tercer gol en los pies de Mouche (11m.) y Godoy Cruz siguió preso de sus propias limitaciones ofensivas, aunque contó con tres oportunidades para descontar. Entonces entre el conformismo del sólido líder y la impotencia del equipo mendocino, que sumó su 19no partido sin victorias (entre Clausura y Copa Libertadores), transcurrió el resto del complemento. Pero faltaba una genialidad más de Riquelme. Y llegó a los 38 minutos cuando asistió a Mouche y el delantero marcó el 3 a 0. Y sobre el final, el 10 tuvo el suyo, pero su remate se fue por arriba. Hubiese sido la frutilla del postre. La ovación con que la gente despidió a Román fue la clara muestra del presente que atraviesa el enganche del Xeneize, en una noche donde todo Boca disfrutó de la mejor versión de su capitán.