Tigre no pudo este martes torcer su flojo arranque en la Copa Libertadores 2020 al sumar una nueva derrota, esta vez frente a Bolívar, aunque con los atenuantes de haberse producido en la altura de La Paz y con un equipo muletto.
El equipo de Néstor Gorosito nunca pudo hacer pie en el Hernando Siles, donde el asedio local fue in crescendo hasta volverse una constante. El argentino Jorge Pereyra Díaz, uno de los argentinos del equipo de Claudio Vivas junto a Emiliano Vecchio, avisó con un mano a mano desviado y un tiro en el palo.
El rigor en tierra boliviana no solamente lo puso el escenario y el funcionamiento rival: puede dar fe de ello Enzo Díaz, al que Cristhian Machado le desacomodó la cara de una piña y el árbitro venezolano Ángel Arteaga solo lo penó con tarjeta amarilla. Localías coperas, les dicen…
El dominio continuó en favor del anfitrión, con intentos fallidos de Enrique Flores y Teodoro Paredes. Hasta que a los tres minutos del complemento el arco se abrió cuando Flores recibió muy lejos por la izquierda y clavó su remate en el ángulo de Marco Wolff desde unos 35 metros.
Por último, Erwin Saavedra recibió en el área y ajustició al arquero a los 24 minutos, para poner cifras definitivas.
Al final, los de Victoria no mostraron más reacción y los locales optaron por conformarse. Para ellos, había quedado atrás su mal comienzo ante Guaraní, mientras Tigre se hunde en su pozo en el Grupo B.