Tigre goleó por 4-0 a Platense en el "Clásico de la zona norte" que se jugó esta noche en el estadio Monumental, de Victoria, por la octava jornada de la Copa de la LPF.
Los goles fueron anotados por Facundo Colidio (12m PT), Pablo Magnin (32m PT de penal y 12m ST) y Lucas Blondel (34m PT).
A raíz del triunfo, Tigre quedó en el segundo lugar con 12 unidades, a uno del líder Estudiantes de La Plata, en la Zona B; mientras que Platense, tras su cuarta derrota consecutiva, se ubica en el noveno lugar de la A con siete puntos.
Arrancó un poco mejor el "Calamar" parado en campo rival, con Nicolás Delgadillo e Ignacio Schor subiendo por los laterales, y con la intención de cerrarle los circuitos de juego a Tigre.
El equipo de Diego Martínez hizo circular la pelota en mitad de cancha, pero le costó profundizar en ataque por el buen planteo de Platense en los primeros diez minutos de juego.
Sin embargo, en la primera jugada de peligro el local consiguió abrir el marcador a los 11 minutos con un certero cabezazo de Facundo Colidio, entre dos defensores, tras un centro desde la izquierda de Sebastian Pietro.
Después del gol, Tigre se hizo dueño de la pelota, la manejó por todo el ancho del campo, tomó confianza, tuvo el arco de enfrente como premisa y no dejó crecer a su rival, que se mostró frágil en defensa y sin ideas de mitad de cancha hacia adelante.
El local apeló a su poderío ofensivo con Facundo Colidio y Pablo Magnin, más el criterio futbolístico de Alexis Castro, Ezequiel Fernández y Cristian Zabala, y apabulló a Platense con una eficacia y contundencia sobresaliente en el arco rival al que vulneró en otras dos oportunidades antes de ir al vestuario.
El inicio de la segunda volvió a mostrar al local como el claro dominador de juego, con su equipo tirado al ataque y en busca del cuarto gol a favor, mientras que Platense, las pocas veces que tuvo la pelota, no supo qué hacer para manejarla con criterio.
El entrenador del "Calamar", Claudio Spontón, metió cuatro cambios después del cuarto gol del local con la intención de volver a tener la pelota y buscar el descuento, situaciones que finalmente no ocurrieron por déficit propio, además de la gran noche de su rival.
Hasta el final del partido la pelota siguió en poder de Tigre, que esta noche llegó al undécimo partido sin perder de local con siete triunfos y cuatro empates, que no dejó de buscar el arco defendido por Jorge De Olivera.