
Desde que volvió este año a Boca, Carlos Tevez no está bien futbolísticamente. No se lo nota cómodo ni contento dentro de una cancha de fútbol. Sus bajos rendimientos se vienen sucediendo y ayer ocurrió algo inédito desde que Guillermo es el entrenador xeneize: lo sacó a los 13" del complemento para que ingresara el juvenil Gonzalo Maroni. Disputó un encuentro ante Unión más que deslucido y cuando salió reemplazado hubo algunos aplausos, aunque mucho de indiferencia. El Apache se ubicó en el banco de relevos y se saludó de manera muy efusiva con Ramón Ábila, luego que éste convirtiera la apertura del marcador. Entre ambos existe una gran relación, más allá del fútbol.
