Su nombre se remonta a su raíz agrícola. A esos viejos tapones de tierra que servían de compuertas para llevar el agua a las chacras y viñedos del distrito de Las Chacritas. Dicen que en octubre de 1963, nacía como Club Atlético Los Tapones y su sede, cancha, vestuarios en la vieja finca Guillemain, al extremo norte de la calle Zapata, donde hoy solo hay añosos eucaliptus y fincas. Adoptaron los colores de Vélez Sarsfield con la V azulada en el pecho pero nunca pudieron salir del amateurismo más puro y auténtico de jugar solo en la zona. Pasaron los años, las crisis, los fundadores y se fue perdiendo hasta que en 2016, en junio del año pasado, los vecinos del Loteo Municipal de Las Chacritas decidieron refundarlo. Hubo que cambiar o retocarle el nombre y del Atlético Los Tapones pasó a ser el Social y Deportivo Defensores de Tapones. Ya había DNI y ahora, su dirigencia lucha por cumplir el sueño de la casa propia. Con Ramón Bravo como presidente y el incansable Rodolfo Ozán como vice, Tapones quiere obras, pero antes papeles. Ya desde la intendencia actual les prometieron la normalización del terreno con escrituras y todo, pero están encaminadas las gestiones. Hoy, la cancha es más un campo apenas aplanado que sirve para que martes y jueves más de 60 chicos de la zona se diviertan detrás de la pelota, al costado Este de la pista de aterrizaje del aeropuerto Sarmiento. Los aviones despegan, aterrizan a menos de 500 metros y ya es paisaje normal para los sacrificados dirigentes de Defensores de Tapones.

 

Rodolfo Ozán es el que mueve papeles en la Capital y en el municipio. Ramón Bravo y su hija, Pamela que es la tesorera, son los que activan el tema en el Loteo Municipal. Así trabajan, pero hoy por hoy están medio paralizados porque sin la escritura, las obras no se pueden encarar.

“Queremos empezar a mejorar la cancha, el campo de juego no está bueno y ni amistosos podemos encarar. Ni la pilastra de la luz electrica podemos colocar porque nos falta el dominio del terreno y en eso pedimos la ayuda del intendente Nuñez que puso todo a disposición para conseguir lo más pronto posible ese trámite. Ya tenemos la personería jurídica y lo primordial es la sede. Hay un proyecto desde el municipio ya elaborado pero hoy nos frena la escritura’ lamenta y cuenta a la vez entusiasmado Ozán.

 

El club es humildad pura. Con 25 socios activos, se da vuelta como puede y mira el espejo de Libertad Juvenil que ya volvió a Primera División de la Liga Sanjuanina. Y Tapones sueña en grande. Primero afiliarse a la B sanjuanina, luego ser protagonista y porque no, llegar a la Primera de la Liga Sanjuanina.

No se quedan. Hay actividades sociales en paralelo como los festejos del Día del Niño, el Día de la Madre y con el aporte del municipio y la secrertaría de Deportes, se les da la Copa de Leche a los 60 chicos de la escuelita. Tienen varias categorías en Veteranos y Damas, sabiendo que es sembrar y sembrar.

Despiece

El espejo

La escalera que terminó haciendo Libertad Juvenil de Las Chacritas que acaba de regresar a Primera División es el espejo donde quiere mirarse Tapones. Hacer pie en la B sanjuanina, consolidarse y crecer para luego ir por el ascenso a la máxima categoría, apuntando a tener Inferiores con continuidad.