El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, el sanjuanino Claudio "Chiqui" Tapia, y el director técnico del seleccionado argentino, Lionel Scaloni, manifestaron su descontento por el bochorno sucedido. Ahora, será la FIFA la que deba resolver, aunque es una posibilidad importante, y donde se para la AFA y el plantel nacional, que le den los puntos del encuentro a la Argentina ya que el conflicto se produjo a causa del local, que es el organizador y responsable de que el evento se lleve adelante de manera normal.
Tapia insistió en que todo el plantel argentino estaba en regla y avalado por el protocolo vigente de la FIFA y Conmebol para jugar. "Como presidente de la AFA, lamento mucho la suspensión de lo que debía ser una fiesta para el fútbol sudamericano. Siempre nos hemos guiado por la legislación sanitaria vigente en Conmebol. Quedamos a la espera de la resolución del Tribunal de Disciplina de FIFA", expresó Tapia. "No se puede hablar de mentira ni nada. La legislación sanitaria es la misma que para la Copa Libertadores o Sudamericana. Las diez federaciones aprobaron el protocolo. Cumplimos todo. Lo que sucedió es algo lamentable para el fútbol, se dio una imagen muy mala. Entraron cuatro personas sin barbijo a notificar no sé qué cosa", manifestó "Chiqui". Scaloni, en tanto, aseguró que su equipo fue el "damnificado". "Yo no busco culpables. Es muy triste lo que acaba de suceder. Tendría que haber sido una fiesta. Quiero que entiendan que yo tengo que defender a los jugadores", explicó Scaloni en declaraciones a TyC Sports. El DT contó que los agentes de Anvisa ingresaron al campo de juego ya que querían "deportar" a los jugadores argentinos involucrados en el conflicto. "Nadie nos avisó que no podían jugar. El delegado de Conmebol nos mandó al vestuario. Nosotros (refiriéndose a los dos seleccionados) somos los damnificados porque queríamos jugar y Brasil también", completó el DT.