Los seleccionados de Suiza y Honduras empataron ayer 0 a 0 en un partido por la tercera y última fecha del Grupo H y se despidieron del certamen. El encuentro se disputó en el estadio Free State, de Bloemfontein, con un correcto arbitraje del argentino Héctor Baldassi.

Los europeos tenían que vencer a Honduras para lograr la clasificación a octavos de final, pero fue víctima de su falta de ideas, en un equipo construido para defender y destruir, y cuando tuvo que salir a buscar un partido no careció de ideas y de armas como para hacerlo. Por eso, su eliminación en la primera fase fue justa.

En la parte inicial, Suiza tuvo las más claras. Un cabezazo de Derdiyok y un remate de Barnetta que estuvieron cerca de quebrar el cero. Demasiado poco para un equipo obligado a ganar. Lo de Honduras fue muy tibio en ese tramo del partido, apenas alguna corrida de Palacios y Alvarez, pero sin resolución dentro del área.

En el complemento, ya con mayores urgencias, los dirigidos por Ottmar Hitzfeld, se adelantaron en el campo y regalaron muchos espacios atrás, así fue como Honduras contó con las mejores ocasiones, pero erró dos goles imposibles por intermedio de Suazo. Los centroamericanos, por algo fueron junto a Argelia, el único equipo sin gol en el Mundial.