A regañadientes, según reveló el equipo, se bajó ayer Egan Bernal de la Vuelta a San Juan, a pocos kilómetros de haber largado la sexta etapa. El abandono del colombiano del Ineos Grenadiers fue sorpresivo y causó impacto en la caravana, no sólo porque es una de las grandes figuras del ciclismo mundial si no porque venía de destacarse en la etapa reina al Colorado, disputada el viernes. A la vez que marchaba cuarto en la clasificación general. Bernal, además, es apoyado por los fanáticos por su increíble recuperación tras el accidente que sufrió el año pasado y que casi le costó la vida.

Egan, que en El Colorado había llegado cuarto y hasta ayer peleaba por imponerse en la prueba ya que estaba a 50 segundos del líder, no alcanzó a recorrer 20 kilómetros desde el velódromo Vicente Chancay cuando su rodilla izquierda le generó grandes dolores, reveló su equipo. Esta lesión la arrastraba tras la caída que sufrió en la primera etapa y su abandono generó revuelo inmediatamente, llegando la información a diferentes partes del mundo.

En enero del año pasado, Bernal entrenaba para la contra reloj del Tour de Francia cuando chocó a más de 60 km/h contra un ómnibus estacionado. Sufrió múltiples fracturas al punto que tuvo 95% de posibilidades de quedar inválido o perder la vida; padeció varias cirugías y contra algunos pronósticos volvió a caminar, a subirse a la bici y ayer seguía en pleno proceso de puesta a punto cuando debió abandonar por problemas físicos.