En su adolescencia, Gabriel Pizarro tenía el sueño de vivir aunque sea un puñado de meses la experiencia de ser un rugbier profesional. Y no sólo que lo cumplió sino que la semana que viene volverá otra vez a Italia para afrontar allá su novena temporada consecutiva, en la que el sanjuanino ve con posibilidades de ser la última, ya que con tanta agua que pasó por debajo del puente, las raíces ya empiezan a ganarle la pulseada a las alas.

El centro de 31 años firmó contrato por esta temporada con el Viadana, integrante del Top 12 italiano y habitué a ser protagonista. "Me siento muy bien físicamente y nunca tuve grandes lesiones para seguir jugando pero con mi esposa ya hablamos de regresar al país el año que viene. Por ahora es una idea que ronda en la cabeza", afirmó el rugbier.

Pizarro empezó a jugar al rugby a los 7 años en Jockey, siguiendo los pasos de su hermano mayor Francisco. "Una de las cosas que más me gustaba al principio eran los viajes. Conocer Tucumán, Córdoba. Ir seguido a Mendoza", recordaba de sus inicios. Y mientras fue creciendo fue queriendo más ese deporte. Debutó en la primera de su club, fue preseleccionado a Los Pumitas, jugó en la Selección sanjuanina y también en la cordobesa, cuando cursaba en esa provincia la carrera de fisioterapia y consiguió un título de campeón argentino. Muchas experiencias pero Pizarro "quería saber eso de pensar solamente en entrenar y en jugar" y gracias al regalo de un abuelo de un pasaje a España, emprendió con 24 años el viaje para cumplir su sueño. "La idea era vivir esa experiencia. A los 10 días de estar en España, Gonzalo Torraga me llamó para ir al club donde estaba él en Italia, porque justo se lesionó un centro. Era el Módena, de segunda división, y la verdad, cuando hacía frío muchos no iban a entrenar", repasó. Estuvo 5 meses en el club y lo que parecía ser un sueño cumplido se transformó en el principio de esta historia porque un representante vio condiciones en el sanjuanino.

Entre 2005 y 2007 fue dos veces campeón de la máxima división del torneo italiano y ganó dos supercopas. En 2005 fue convocado a la Selección A azzurra y jugó contra Francia e Inglaterra. Luego integró la Selección absoluta en las giras por Argentina y Australia en 2007. En las dos temporadas anteriores estuvo en Aironi, uno de los dos clubes italianos que jugó en la prestigiosa Liga Celta, compuesta también por equipos escoceses, irlandeses y galeses.

Este año, la federación italiana le quitó la franquicia al Aironi para jugar la Liga Celta y el club regresó a su anterior denominación, Viadana, quien renovó un año más el vínculo con Pizarro. "Estoy conforme con lo que hice en la última temporada. Llegué al try, obtuve dos "man of the match" en una competencia de gran nivel. Eso, ni lo había soñado. Ahora voy a ver como sigo esta temporada", indicó.

Personaje ideal para la metáfora "la vida es un continuo viaje", Gabriel Pizarro y su esposa Elisa tienen ganas de volver al país pero saben que nadie es dueño de su futuro. "Por ahí aparece una propuesta que nos hace reconsiderar quedarnos otro año, pero nosotros lo que buscamos es en volver". Sea el año que viene o el otro, el plan inicial ya se modificó. Si Pizarro iba a hacer solamente un viaje.