Marcos Figueroa es el jugador más desequilibrante de San Martín en el ataque. Lo fue en el pasada temporada en la B Nacional y continúa por la misma senda en la presente temporada en Primera División. Además, cada vez que el “Conejo” anotó un gol, San Martín siempre sumó. Le pasó anoche ante Olimpo con el triunfo, como sucedió ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Y también está el que le convirtió a Boca para el empate 1-1 en el Hilario Sánchez
Anoche marcó el tercero en su cuenta personal, cuando a los 31’ del primer tiempo dejó en ridículo al arquero Champagne por la rapidez en la resolución. Similar al que le anotó a Boca cuando se lesionó Bueno y perdió a su ladero de hace un año. Y fue quien marcó el gol del triunfo ante el Ciclón en el único triunfo de visitante que registra.
“Bienvenido sea si es así, trabajo para contribuir con el equipo y espero convertir más de visitante para saldar esa deuda fuera de casa y ganar en esa condición”, contó ayer tras la victoria. “Terminé con un dolor y pensaba que me acalambraba, pero es por el sacrificio y las ganas que pongo”, cerró.

