En Australia, los organizadores del Tour and Under tensaron la cuerda hasta último momento con el objeto de mantener con vida a la carrera que abre el calendario anual World Tour. Y, como ocurre ahora con la Vuelta a San Juan, fueron analizando diferentes posibilidades referidas a la forma de disputa, considerando entre ellas hacer una competencia de nivel inferior.

Esa posición hecha pública hace un par de semanas tenía como objetivo ganar tiempo para poner sobre la mesa una estrategia que sedujera a las escuadras profesionales, las que en el ámbito interno ya habían decidido no acudir si debían cumplir con las dos semanas de aislamiento social, preventivo, que exigen las autoridades australianas a quienes ingresan a su país.

Esa norma que se pide para preservar la salud de los habitantes de aquel país se transformó en valla insalvable. Los directores de equipos no quieren tener a sus corredores parados tanto tiempo, lejos de sus casas. Parados no iban a estar, porque los negociadores australianos les ofrecían la posibilidad que entrenen durante esos 14 días dentro de una burbuja que compartirían con los anfitriones en sus hoteles y los agentes de seguridad asignados para escoltarlos hasta los lugares de prácticas, que serían circuitos cerrados. Finalmente, el pasado viernes, la cuerda se cortó. La directora de la carrera, Hitaf Rasheed comunicó la suspensión definitiva. La prueba de seis etapas, programada para correrse entre el 19 y el 24 de enero de 2021 no se disputará fagocitada por la pandemia del covid-19. La misma decisión se tomó con la competencia de una etapa, pensada para los embaladores, que se corre inmediatamente después, la Cadel Evans Great Ocean, que tenía como fecha el 31 de enero. Tras esta suspensión el calendario World Tour se iniciará con el Tour de los Emiratos Árabes, que tiene fecha entre el 21 y el 27 de febrero. Esta fue la carrera que en la edición de este año debió acortarse como consecuencia de los primeros casos de contagiados en el pelotón, destacándose entre ellos los de Maximiliano Richeze y Fernando Gaviria, los dos velocistas del UAE Team Emirates.

Con el diario del lunes la realidad es que los grandes equipos no tendrán actividad que otorgue puntos "gordos" en el primer mes del año y que la opción de San Juan toma cuerpo. Pero no es lo mismo acudir a una prueba de categoría Pro Series (segunda en puntaje) jerarquía ganada por las eficientes organizaciones de las primeras tres ediciones que tuvo, entre 2017 y 2019, bajo la órbita de la UCI, que, a una competencia más abierta, como es la opción de hacerla 2.2. Las autoridades provinciales manejan la posibilidad de invitar a seleccionados nacionales europeos y americanos, con la idea que vengan en ellos grandes figuras del pelotón. Pero viendo la respuesta que los equipos World Tour dieron al Tour and Under, esa alternativa pierde consistencia. Ser o no ser, UCI Pro Series, esa es la cuestión. Ser significa una inversión mayor en cuanto a traslado y alojamiento de equipos y afrontar premios, en valor euros, mucho más elevados que los reparte una carrera de menor envergadura, que tendrá similar o mejor estructura organizativa, pero que reparte puntos demasiado "flacos". Y, en el mundo del más alto nivel profesional, esos puntos son los que mueven a muchas escuadras, porque ubicar en los mejores puestos del ranking a sus hombres, es un imán que atrae sponsor, que, al fin de cuentas, son los que mantienen a los equipos que dan vida a la temporada.