Así como hace unos años se consideraba al argentino Maximiliano Richeze, el mejor lanzador del mundo. Hoy, el estadounidense Sepp Kuss, es considerado el mejor gregario, o peón, del orbe. Fundamentales fueron sus prestaciones en los terrenos de montaña que ayudaron a Primoz Roglic para ganar tres Vueltas de España (2019, 20 y 21), que el esloveno también se impusiera en el Giro de Italia, de este año; y también su aporte fue clave para que el danés Jonas Vingegaard se quedara con la malla amarilla de líder de las clasificaciones generales de los dos Tour de Francia.
Es el único ciclista del pelotón mundial que disputará este año las tres grandes, como se considera a las pruebas de 21 etapas que tiene el calendario. Llegó a España con la misión de ayudar a quienes son sus habituales jefes de filas. Quiso el destino, y la carrera que mientras los favoritos de otros equipos, ergo, Remco Evenepoel, especialmente, se marcara mano a mano con los dos ases del equipo neerlandés, este estadounidense de 28 años, que hace nueve se instaló en Andorra, para hacer realidad su sueño de ser ciclista profesional.
Hoy se entrará en la última semana de la 78 edición de la Vuelta a España, quedan seis etapas, dos llanas, dos de media motaña y dos de alta montaña. Con la cima de L’Anglirú, como máxima exigencia, a correrse mañana; hoy correrán 120 kms entre Liencres Playa y Bejes. En las que Kuss y su equipo intentarán mantener la malla roja que parece sellada a su cuerpo. En el Ajedrez, el peón puede convertirse en reina. En el ciclismo, puede llegar a ser el rey.