Los Azules vencieron ayer a San Miguel y se metieron en las semis. Olimpia cayó pero logró lo mismo. El que se quedó en el camino fue Estudiantil, porque, por un gol, fue superado por la U chilena. Así las cosas, y con otro chileno (Universidad Católica) completando el cuadro, las semifinales de hoy serán: Olimpia-Concepción y Universidad de Chile-Católica. A pedir de boca de los organizadores, que de esa manera lograron meter un equipo casero en la final del Campeonato Sudamericano de hockey sobre patines que termina mañana acá, en Santiago.

Concepción entró perfecto porque hizo bien los deberes. Le ganó en el último partido a San Miguel por 3-0 con goles de Franco Platero, Fabián Fuentes y Martín Ginestar. Los dos primeros en la etapa inicial y el restante en el complemento. El Azul jugó concentrado y ganó con total autoridad. Siempre fue más que su rival y dominó casi a voluntad. Y ahora va con Olimpia por un lugar en la final.

Alma de un león


Tenía que ganar y lo hizo. Tenía que golear y también lo hizo. Este Estudiantil que arrancó con una goleada en contra en el Sudamericano dio todo defendiendo el título que ganó el año pasado. Ayer, por ejemplo, se portó como un león. A garra y corazón. Con el alma. Y con hockey también. Así lo ganó. Así lo disfrutó. Le quitó el invicto a Universidad de Chile goleándolo 4-1. En el lado malo, a los Verdes este marcador lo dejó en la espera de lo que debía hacer Concepción.

Ayer, antes de empezar la jornada, para Estudiantil la mano venía torcida. Enfrente estaba el equipo sensación del torneo. Y se le paró con autoridad. Con concentración y dinamismo. Por eso no extrañó que Babick abriera la cuenta a los 4′, con un tiro fuerte y entrando frontalmente. Jiménez lo empató minutos después pero fue sólo una ráfaga del equipo chileno. Porque el Verde siguió mandando en el juego y en las oportunidades. Y, cuando se iba la primera etapa, Rosselot, que entró entonado, la empujó para el segundo del sanjuanino.

En el complemento la U chilena tuvo más la bocha. Y llegó con insistencia. Pero, de contra, Estudiantil lo mató. Primero Rosselot, con su pimienta, y después Pablo Martín, con un directo faltando 2 segundos. Inclusive el Verde llegó a estar jugando con dos hombres de campo en ese final. Pero se hizo fuerte y logró lo que buscó.

No fue el mismo


Olimpia, a su vez, no jugó como lo venía haciendo. Tuvo un primer tiempo flojo y eso le costó caro, porque después no le alcanzó para emparejar el tanteador ante Universidad Católica, que terminó ganando 5-4. Así, los Turcos finalizaron segundos en su grupo y hoy deberán enfrentar a un rival comprovinciano.

La Católica madrugó. Antes del primer minuto ya ganaba 1-0. Olimpia, a fuerza de calidad lo emparejó de inmediato (Oviedo) pero de nuevo se durmió y pasó lo mismo: Gol de Católica y empate Turco. Igual Olimpia no le encontraba la vuelta al partido. Y el local se dio cuenta y apretó el acelerador. Afirmado en la juventud y velocidad de sus jugadores. Por eso se fue al descanso ganándole al Turco por 5-2. Sí, por una diferencia de tres goles, fruto de concentración pura y errores sanjuaninos.

El complemento salió más peleado todavía, con la diferencia que el equipo de Luz dominó ampliamente. Tanto, que descontó por dos (Oviedo y López) y quedó a tiro del empate. El que se le negó en los últimos 5 electrizantes minutos. Los chilenos ya no son sorpresa. Simplemente una grata realidad. Olimpia sigue firme con sus sueños.