Dramático. Conmovedor. Inigualable. Así fue sin vueltas. Sarmiento de Albardón ganó el título del torneo Clausura de hockey sobre patines en un cierre espectacular. Que se definió recién en los penales. Pero que antes, durante todo el tiempo regular y también en el alargue, salió una batalla hockística notable. En su máxima expresión. Porque tanto Sarmiento como Estudiantil dieron todo. Hasta el último aliento. Y esa definición por penales que llegó justo en la medianoche premió sólo a uno. Pero los dos tendrán que colgarse la medalla del orgullo deportivo. El juego terminó 1-1. Y, en los penales, los de Albardón gritaron a morir al ganar 3-2. Y estuvo bien, porque el hockey mismo es el más agradecido. Es que Sarmiento se convirtió en el campeón del alma y del corazón. Fue una muestra tremenda del esfuerzo. Y premió a este Sarmiento que además se convirtió en el primer equipo departamental en lograr un título casero.
El juego fue siempre parejo. En el primer tiempo Estudiantil llevó la iniciativa y estuvo cerca de abrir el tanteador. Babick metió un sablazo en uno de los palos. Olaya un tiro en el travesaño. Y Svriz, ya por ese entonces, pasó a ser figura por sus atajadas. Enfrente, Kenan también se lució sacando tiros de gol a Salinas y Ginestar. Pero el tablero quedó en cero. Eso sí, el ambiente contagiaba por su emoción.
El complemento fue igual. Claro que se dieron dos momentos cumbre. Primero, cuando Gattoni abrió el marcador con un gol raro. Y apenas un minuto después, cuando el Taco Raed puso su sello tras gran jugada con Salinas. El empate y a seguir. Desde hasta y hasta el final fue todo nerviosismo. Lo increíble fue que, ambos con nueve faltas cuando todavía restaban poco más de seis minutos, se cuidaron y terminaron el partido sin otro foul. En el alargue la tensión creció hasta límites insospechados. Y pasaron los 10 minutos con chances desperdiciadas de gol y de nuevo sin una infracción. Y llegaron los penales. Y el éxtasis se fue para Albardón.
