De aquí y hasta el final, todos los partidos serán complicados para San Martín. Eso no es ningún secreto ni tampoco ninguna ciencia. Claro está que se desprende sólo por decantación de la difícil situación que invade el mundo Verdinegro con eso del flojo promedio que, por ahora, lo está mandando al descenso. Hoy, es uno de esos días que el equipo sanjuanino puede tener como positivos y que le sirvan para hacer más grande su sueño de esquivarle a ese temido descenso.

En Concepción, desde las 20.15, recibirá a otro necesitado (más todavía) como Unión de Santa Fe. Será un partido de “hacha y tiza”, un término que suele utilizarse en este tipo de situaciones límite. Ninguno podrá equivocarse porque los dos estarán atentos a eso: al error del rival.

San Martín tiene una ventaja psicológica: contará con el aliento de su gente. Unión, por ahí, saca una diferencia en su favor: estará menos presionado que el Verdinegro. Balanza equilibrada.

El técnico del Verdinegro, el Yagui Forestello, meterá variantes, con respecto al último empate en Floresta. En el fondo, Ledesma volverá a ocupar un lugar, entrando por Hoyos, quien lo había sustituido. En el mediocampo, Affranchino reemplazará al suspendido (por una fecha) Alderete. Mientras que en ataque, el Gurí García entrará por el lesionado Osorio. El resto, con varios en capilla por las amarillas, ya es conocido.

En Unión, en tanto, el técnico Facundo Sava incluirá a Santiago Zurbriggen como lateral por el costado derecho en lugar del suspendido Emmanuel Brítez, mientras que Brahian Alemán entrará por Fausto Montero, en una decisión táctica.

El corto historial en Primera División de tres partidos, favorece al Verdinegro con dos triunfos, y en el restante encuentro se registró un empate.

Es cierto, los dos están obligados a quedarse con los tres puntos, pero para San Martín, que juega de local, es como una obligación que más adelante puede convertirse en reconfortante.