Por cómo se dio el partido, el punto sirve para San Martín y el 1-1 fue el resultado que mejor se adaptó al juego que propuso y que luego se fue limitando ante Independiente. Sobretodo porque sigue invicto en el Hilario Sánchez con 21 encuentros sin caer y desde el reinicio del torneo sumó en las 6 fechas. Aunque también estuvo lejos de ganarlo porque el Rojo, sobretodo en el segundo tiempo, la quitó la pelota, lo puso su ritmo e hizo que el Verdinegro se desarmara y jugara incómodo.
Porque la propuesta e intensión de San Martín fue mermando. Pasó de un parcial inicial en donde en base a la marca de Navarro y Pelaitay tomó el control y mostró una rápida salida, sumado a que llegó al gol a los 24′ con el penal de Damián Ledesma y además no dejó pensar al rival. De eso, a un segundo tiempo en el que el adelantamiento del Rojo, más la presión ofensiva que ejerció, lo llevó a que tomará el balón y pasara a dominar. Por eso llegó al empate con el frentazo de Mauricio Victorino a los 17′. Maniató al Verdinegro, al que los cambios no le surgieron efectos (una virtud de Mayor) y sobre el final recién logró acomodarse y generar ataques.
Desde el arranque del encuentro ambos mostraron sus cartas. Por San Martín el juego grupal, ocupando todos los sectores y teniendo velocidad en las llegadas. Mientras el Rojo volcó su juego por derecha con Figal, Pereyra Díaz y Aquino.
Y en ambas propuestas fue el Verdinegro el que le sacó provecho. A los 5′, Martínez no pudo de frente ante Rodríguez. Hasta que a los 24′, Trejo le cometió penal a Ledesma, que el propio defensor, con un remate potente al medio, cambió por el 1-0. Las sociedades y no dejar jugar al Rojo marcaron ese parcial.
Que fue diferente al segundo. La visita salió con determinación, San Martín se replegó, corrió desde atrás y ese pecado le costó el empate. Fue a los 17′ con el frentazo de Victorino. El 1-1 relajó al Rojo y el Verdinegro intentó reaccionar con un disparo de Figueroa y una escalada de Gómez, pero las imprecisiones y jugar incómodo lo frenaron.

