San Martín no la pasó para nada bien en su visita a Mendoza y perdió por 2-0 frente a Godoy Cruz en una nueva edición del clásico cuyano. Por eso, al menos esta fecha, Boca no podrá ser campeón. 

 

La solidez defensiva y la efectividad fueron algunas de las claves para mantener su histórica racha de local, que suma 11 triunfos y sólo una derrota en la Superliga. Pero para celebrar el partido más importante para esos 20.000 hinchas que le dieron un marco especial al Malvinas Argentinas hizo falta también la aparición del goleador del torneo. El uruguayo Santiago García volvió a ser figura, y no sólo por su grito que eleva a 14 su cantidad de festejos.

 

El plan de San Martín de especular con la responsabilidad de Godoy Cruz, salió mal. Porque le cedió la pelota a un equipo que está acostumbrada a tratarla bien y comenzaba a presionar recién comenzaba en la mitad de la cancha, dándole tiempo a los jugadores del Tomba a buscar las mejores opciones de pase.

 

 

 

 

Por eso en el arranque fue mejor el local, que si bien le costaba generar peligro, jugaba cerca del arco de Luis Ardente. Y eso siempre es riesgoso para un equipo que sale a esperar lo que hace su rival. Porque para que la estrategia que planteó Walter Coyette era necesario evitar cualquier error, como dejar solo en el área chica a Victorio Ramis, que aprovechó la indecisión del arquero y la defensa de San Martín para poner la cabeza tras un corner y salir a festejar.

 

Sin la presión, Godoy Cruz bajó la intensidad y la presión alta. Con la obligación, San Martín tuvo que salir a jugar el partido un par de metros más arriba. Entonces el desarrollo se emparejó y comenzó a jugarse en cámara lenta, con las fricciones habituales de cualquier clásico. Así el Tomba se fue al entretiempo en ventaja pero con dos bajas importantes por lesión: Ramis y Jalil Elías.

 

En el complemento San Martín buscó algo diferente, con el ingreso de Facundo Barcelo para tener más peso ofensivo. Sin embargo, al minuto el Morro García puso de cabeza del 2 a 0 y todo lo que imaginó Coyette se derrumbó.

 

El conjunto sanjuanino buscó con centros a sus centrodelanteros, que perdieron mucho más de lo que ganaron ante los centrales de Godoy Cruz. Más allá de que tuvo más tiempo la pelota, no tuvo otras herramientas para lastimar.

 

Con la tranquilidad del resultado, el equipo de Diego Dabove intentó aprovechar los espacios que dejaba San Martín. Si bien no pudo conseguirlo porque estuvo impreciso cada vez que cruzaba la mitad de la cancha, tampoco se hizo demasiados dramas. Y las pocas veces que logró hacer circular el balón desnudó los nervios de los sanjuaninos, que llenos de impotencia terminaron el partido con dos jugadores menos.

 

La victoria más esperada por los hinchas llegó en el mejor momento para un club que protagoniza una campaña espectacular y está muy cerca de conseguir su gran objetivo. De yapa, quedó expectante a sólo tres puntos de Boca, esperando lo que haga el puntero mañana en La Plata. Por eso, el sueño de pelear hasta el final el campeonato sigue vivo.