Pasó la fecha 12 del Torneo de Invierno de la Liga Sanjuanina de Fútbol y el campeón vigente, San Lorenzo de Ullum, demostró que está intacto y con su victoria por 2-0 sobre Atlético Marquesado, se trepó a la punta del certamen, aprovechando la caída de Sportivo Desamparados en Zonda que fue derrotado por 2-0 a manos de Juventud Zondina. El que se hizo fuerte también fue Colón Junior que de visitante venció a Atenas Pocito en La Rinconada y se convirtió en uno de los dos escoltas junto a San Martín. Así, en la cima de posiciones, mandan San Lorenzo y Desamparados con 26 puntos, luego San Martín, que había perdido el sábado ante Rivadavia por 3-1, junto a Colón Junior con 25 puntos.

Gonzalo González, el gran artillero de San Lorenzo, fue el autor de los dos goles del Santo ante Marquesado. Mientras que en Zonda, Juventud se dio el gusto de frenar a Desamparados con los goles de Ali Casivar y de Matías González.

La fecha había empezado el viernes con el triunfo de visitante de Sportivo 9 de Julio sobre Trinidad por 2-1, mientras que Del Bono derrotó por 3-1 a Recabarren de Zonda. En tanto que el domingo, el otro equipo de Pocito, Aberastain igualó 1-1 con Peñarol como visitante. Atlético Alianza, en tanto, venció por 2-0 a Juventud Unida, mientras que en Alto de Sierra y con serios incidentes en el final, López Peláez y Villa Obrera igualaron 2-2. Finalmente, el Atlético Unión pudo festejar su primer triunfo del campeonato al vencer a Carpintería por 3-1 como visitante. En La Rinconada, el que se hizo fuerte fue Colón Junior, que con dos goles de Franco Goria le ganó a Atenas Pocito que descontó a través de Wilfredo Bronvale. En el párrafo final del repaso del capítulo 12 del Invierno, Unión festejó con los goles de Leonel Díaz y Nicolás González (2) ante Carpintería.

 

Infierno en López Peláez-Villa Obrera

Lamentable. De terror y para ponerse a pensarlo. Es que el final después del empate 2-2 entre López Peláez y Villa Obrera en Alto de Sierra terminó en una batalla campal, con heridos, robo y un manto de violencia que nadie esperaba. Walter Costa, uno de los referentes del plantel de Villa Obrera, contó en primera persona lo que vivieron: “Fue muy difícil. Salimos rumbo al micro pero no llegamos. Nos interceptaron y nos atacaron. Quedamos pagando en el medio y la pasamos muy mal. Un compañero, Lorenzo Aballay, terminó con un corte en la cabeza y 6 puntos de sutura. Nos pegaron feo. Penseé lo peor, pero gracias a Dios no pasó algo más grave. Quedamos con esa sensación de que fue una emboscada y eso es peor todavía”.