Otro día dorado vivió el ciclismo sanjuanino en Catamarca, al ganar dos de los representantes de “la Sanjuanina” las dos medallas doradas que se pusieron en juego. Carla Álvarez se consagró campeona entre las damas y Juan Molina Espinoza hizo lo propio entre los varones sub-23. Con estos logros, que se suman a las dos medallas doradas y dos plateadas conseguidas el viernes en las pruebas contrarreloj, la Federación Ciclista Sanjuanina ya se adjudicó el medallero del certamen, porque como las medallas de oro son las que definen la competencia grupal, al quedar una sola, la que pondrá en disputa la competencia de varones elite, se torna inalcanzable para las otras asociaciones.

VICTORIA ÉPICA:

El triunfo de Carla Álvarez tuvo un alto voltaje emotivo. La sanjuanina aprovechó un momento de duda en el pelotón y se escapó metros antes de ingresar al penúltimo, de cinco giros. Anduvo sola 20 kilómetros, llegó a tener una ventaja que superaba los 40 segundos y cruzó la meta con dos ciclistas pisándole la rueda trasera y el pelotón a 7 segundos. Ella comentó después que sabia que tenía energías para una sola oportunidad (ver textual) y que no debía fallar en la elección del momento para atacar. Lo suyo tuvo ribetes épicos, porque cuando era acosada por el avance de sus rivales, apeló a su linaje de campeona de raza y sacó rédito positivo a la ventaja que supo conseguir.

TÍTULO ESPERADO:

Por rendimiento en la temporada de ruta que incluyó victorias en las metas sprinter de la Vuelta de San Juan y la victoria en la Vuelta de General Alvear, Juan Esteban Molina Espinoza integraba el círculo de candidatos a quedarse con la prueba en pelotón de la categoría sub-23. Lo era incluso dando varios años de ventaja. Y ese favoritismo lo ratificó ayer generando la fuga decisiva en una carrera donde los piques fueron constantes y los ataques eran repelidos y neutralizados con eficacia. En ese devenir de “palo y palo”, los físicos se fueron gastando. Los hombres de la Federación Ciclista Sanjuanina fueron protagonistas en cada una de las escapadas. Franco Luna, Mauricio Graziani, Leonardo Velardez, Duilio Ramos, Brian Rodríguez y Emiliano Contreras tuvieron sus momentos. Pero quien estuvo más lúcido en el momento justo fue el pibe riojano que lleva varias temporada en San Juan. Le tocó definir con un velocista como el juninense Federico Vivas a quien le hizo pasar el filtro del oficio. La paciencia y personalidad de Molina fueron clave para quedarse con el oro.