Hubo otra caravana, más chica que aquella que lo recibió en junio cuando llegó de España con la clasificación para los Juegos Olímpicos, que mañana culminarán en Londres. Un puñado de amigos y sus familiares lo alentaron en el tránsito hasta la plaza de Rivadavia, a la que arribó sobre una autobomba de los bomberos.

Luego de haber recibido el afecto de quienes se acercaron al aeropuerto y de la gente que lo aplaudía cuando pasaba por el centro capitalino, Gonzalo se refugió en el calor de su hogar. Allí, en el Barrio Illia, el triatleta merendó con su madre y sus tías, ellas fueron las receptoras exclusivas, junto a DIARIO DE CUYO, de las anécdotas y de los recuerdos imborrables que el deportista guardará como un tesoro en sus retinas y memoria.

Mientras desarmaba sus bolsos, Gonzalo rememoró la carrera. "Como dije apenas terminé la prueba, estoy muy tranquilo porque dejé todo", confió. Consultado sobre el balance que hizo en frío, fue claro y explícito. "Yo sabía que mi objetivo era terminar lo más arriba posible. Llegué 38, pero podría haber estado entre los 20 y los 30. En un momento dado, al finalizar la segunda de las cuatro vueltas de pedestrismo estuve 26, en ese momento me dije tengo que aguantar, pero lamentablemente tuve que penalizar 15 segundos y cuando salí lo hice en el puesto 31. Me costó mucho recuperar el ritmo, bajé a la posición 42 y recién en el último kilómetro y medio me recuperé y pasé a cuatro adversarios", explicó.

Mientras mostraba la colcha oficial de los JJOO que se trajo como recuerdo, luego de pedir el debido permiso a las autoridades del Comité Olímpico Argentino, Gonzalo afirmó que lo vivido en la capital del Reino Unido le sirvió para darse cuenta que puede competir en el primer nivel. "Se nadó muy fuerte y cuando quise recuperar me di cuenta que sería muy difícil alcanzar, vi que delante mío iba Butterfly (Bahamas), el brasileño Colucci y un par mas de buenos ciclistas. Con ellos recuperamos mucho terreno, llegamos a estar a 1m.14s. de los punteros y nos armamos en un segundo pelotón. La penalización fue porque cuando iba a bajarme de la bicicleta se me cruzó un italiano y por evitarlo pisé la raya. Creo que hice una buena carrera, que me sirvió de mucho para afrontar lo que viene, ahora sé que puedo correr entre los mejores. Debo mejorar algunos aspectos, pero estoy para competir entre los 30 primeros del ranking", amplió.

Cumplido el objetivo de su temporada y de su vida deportiva, Gonzalo se tomará unos días para descansar. Pero lo hará haciendo deportes porque participará el sábado el la semana que viene, junto a su amigo de la infancia, Mauro Berrocal, del Rally de Trasmontaña, competencia de mountain bike que se disputa por parejas.

"Voy a disfrutar de mis amigos el fin de semana porque el lunes me voy a Tucumán, hace cinco meses que no me subo a una bici de MTB y quiero preparar bien la carrera. Es un deseo que tenemos desde hace años con Mauro y lo haremos realidad", culminó.