Con lo justo. Peter Sagan tiró el ‘bicicletazo’ y logró pasar la línea de meta con unos milímetros de ventaja sobre el local Alexander Kristoff que era uno de los embaladores que podían pelearle el dominio al eslovaco. Los argentinos Sepúlveda y Richeze terminaron lejos.
El eslovaco Peter Sagan se convirtió ayer en el primer ciclista en ganar tres Mundiales seguidos tras imponerse al corredor local Alexander Kristoff en un disputado sprint en el recorrido de 267,5 kilómetros de Bergen (Noruega), en el que el australiano Michael Matthews consiguió el bronce y los argentinos Eduardo Sepúlveda (62) y Maximiliano Richeze (131) lograron culminar la totalidad de la carrera.
Sagan llegaba al país nórdico tras sus victorias en 2015 en Richmond (Estados Unidos) y en 2016 en Doha (Qatar) como máximo favorito, a pesar de verse aquejado de una enfermedad en los últimos días, y no falló.
El de Zilina, con un equipo incapaz de competir como bloque contra las selecciones potentes de Bélgica, Francia, Italia u Holanda, se refugió en el grupo y decidió dejar hacer a los demás para esperar su momento. Capaz de ganar en cualquier terreno, el sprint fue el territorio elegido esta vez para seguir agrandando su rico palmarés.
el costarricense Andrei Amador, que fue el más destacado de una fuga inicial que tuvo fecha de caducidad desde su formación. El pelotón siempre tuvo la escapada bajo control, liderado por una Bélgica y por una República Checa que quemó sus naves en beneficio de Zdenek Stybar.
La entrada de Holanda al frente del grupo faltando de 90 kilómetros fue clave para neutralizar a los fugados.
España (David de la Cruz), Italia (Alessandro de Marchi) y Holanda (Lars Boom), trataron de coronar alguna fuga, pero el empeño del holandés Tom Dumoulin, campeón del mundo en la contrarreloj individual pocos días antes, hizo reaccionar al grupo y volver a reagruparse, entrando en la última de las once vueltas con casi cien componentes.
Un ataque del francés Julien Alaphilippe en la última subida a Salmon Hill, alertó a las potencias, que lucharon por reducir la distancia y evitaron que tuvieran éxito otros ataques como el del colombiano Fernando Gaviria. Sin embargo, el que apareció para recoger los frutos del trabajo fue un Sagan que asomó por primera vez en el último kilómetro para hacer historia y dejar a Kristoff sin corona ante su público por un solo golpe de pedal.
Es el quinto tricampeón ecuménico
Con la victoria por apenas unos centímetros frente a Kristoff, el eslovaco Peter Sagan entró de lleno en el selecto grupo de corredores con tres mundiales en el que se encontraban el italiano Alfredo Binda (1927, 1930 y 1932), los belgas Rik Van Steenbergen (1949, 1956 y 1957) y Eddy Merckx (1967, 1971 y 1974) y el español Óscar Freire (1999, 2001 y 2004).
Con sólo 27 años Sagan se convirtió en el primero en ganar los tres títulos de manera consecutiva. Propietario de una personalidad avasallante y un estilo todoterreno, Sagan tiene varios años de rollo para tratar de subir en soledad un peldaño que lo ubicaría en el máximo sitial de la historia de los mundiales de ruta.