Era el momento de hacerlo y lo hizo. En la quinta etapa del Tour de Francia, el triple campeón mundial Peter Sagan, que disputó la Vuelta a San Juan a principios de este año, comenzó a demostrar por qué es candidato firme a ganar etapas en la ronda gala. Era día para posibles escapadas y las hubo, pero al final todo se definió en sprint y ahí el eslovaco del Bora-Hansgrohe se estrenó en este Tour.
El líder de la Regularidad logró su duodécimo triunfo en la ronda gala, un desahogo porque viene de un año irregular. El francés Julien Alaphilippe del Deceuninck Quick Step mantuvo el liderato de la general. Sagan se impuso por delante del belga Wout Van Aert y del italiano Mateo Trentin en un esprint en el que faltaron algunos de los principales especialistas, que no superaron con el grupo de favoritos los puertos.
Antes de esa llegada masiva se produjeron varios intentos de fuga. Fructificó la de Wellens, Clarke, Würtz y Skujins. Los cuatro llegaron a tener algo menos de 3" de ventaja y permanecieron juntos hasta que Würtz cedió en la Côte des Trois-Épis. En ese mismo puerto, Skujins pegó un tirón que los otros dos no fueron capaces de seguir. Wellens y Clarke bajaron los brazos hasta ser cazados por el pelotón. Antes del último puerto, con el pelotón unido, intentó Rui Costa pero no prosperó y Sagan festejó.