
El flamante director técnico de Boca, Miguel Ángel Russo, último entrenador campeón de América en el club, expresó ayer su claro deseo de "ganar la Copa (Libertadores) y festejar en La Bombonera", tras firmar su contrato para asumir la conducción del plantel el próximo viernes.
Sin la presencia de Juan Román Riquelme, responsable del Departamento de Fútbol, en su presentación, pero con la compañía del presidente Jorge Amor Ameal, Russo aseguró que su revancha en Boca le llega "en un buen momento" de su vida y agradeció a toda la dirigencia, "especialmente a Román", por la "posibilidad importante" de retornar a la institución.
A los 63 años, y tras superar un cáncer, Miguel -como se lo conoce en el ambiente del fútbol- se mostró sensible durante una conferencia de prensa en la que aseguró que "lo mejor está por venir", confiando en el conocimiento del club por su primer paso en 2007.
"Todo lo que viene para mí es importante. Uno en la vida tiene que hacer lo que le gusta y yo lo sigo haciendo. Boca significa mucho para mí. Por suerte se terminó la espera que fue larga. Ya veníamos trabajando en silencio y ahora nos vamos a hacer cargo de todo lo que viene", dijo Russo en sus primeras palabras.
Sin mayores preámbulos, las primera preguntas apuntaron al objetivo de la Libertadores 2020 y al recuerdo de no haber podido festejar en el estadio de Boca 2007 tras conquistarla ante Gremio de Porto Alegre en Brasil. "Ojalá me toque ganar de nuevo la Copa y festejar en La Bombonera. Es lo que uno busca y quiere. Ojalá me toque pasar lo mismo que en 2007, volver a repetirla, esa es la idea… Boca es así -asumió-, tiene esa exigencia, esa norma y bienvenido sea para mi vida".
Por su parte, el presidente Ameal sostuvo que "siempre tuve ganas que Miguel volviera al club. Lo intenté en el 2011 pero no se dio, así que su regreso es un gusto que puedo darme como presidente. Le pido seriedad, no resultados".
De pagar una fortuna a buscarse club

Hace poco menos de un año, el 12 de enero, quedaba confirmada la llegada de Iván Marcone (foto) a Boca, que le pagó a Cruz Azul de México una cifra fuerte por el mediocampista central que supo brillar en Arsenal y Lanús: 8.000.000 de dólares. Sin embargo, a pesar de la inversión y del poco tiempo que lleva en la institución, el futbolista, de 29 años, fue declarado prescindible por la nueva dirigencia encabezada por Jorge Amor Ameal. Raúl Cascini, parte de la Secretaría Técnica montada por el vicepresidente segundo Juan Román Riquelme, se encargó de comunicarle la situación a Christian Bragarnik, representante del volante, que ya le busca nuevo destino (y a su vez recibió varios sondeos). El nuevo panorama de Marcone es que comenzará "de atrás" ya que la secretaria técnica que conduce Riquelme como Russo piensan en un volante central más apto para la primera puntada simple, rápido para los cruces y para los relevos
