Es otro Boca aunque los nombres no hayan cambiado demasiado. Y en el terreno de lo táctico la sorpresa de este 2020 en el Xeneize la terminó dando su flamante entrenador, Miguel Ángel Russo. Un entrenador pragmático, amante del orden y cuidadoso de los detalles defensivos, eligió probar en serio para el comienzo de este segundo mandato. Y apostó fuerte porque eligió el modelo Coudet para el estreno en San Juan: línea de cuatro, un volante central, tres volantes con llegada y dos puntas, mixtos. Le dio titularidad a Campuzano como único responsable de la contención y el equilibrio, imitando el trabajo del Pato Díaz en Racing Club, mientras que en la línea de volantes con llegada puso a Salvio por derecha, a Villa por la izquierda y a Reynoso suelto, dueño de la pelota y de la generación. Arriba, Franco Soldano tuvo tal vez su última gran chance mientras que resucitó a Carlitos Tevez colocándolo donde el Apache se siente cómodo y entregandole la capitanía. En la previa al partido, el ídolo afirmó que "tengo claro que me retiro en este club cuando sea el momento indicado".

Este nuevo Boca ya dio señales de lo que propondrá. No solo fue otra marca de indumentaria, fue otro estilo, otra puesta y otra filosofía. Russo dejó clarito que vino a Boca para cambiar todo y en San Juan ya lo ratificó con la primera propuesta táctica.

 

Estadio lleno

El Bicentenario responde siempre y San Juan es tierra fértil para la presencia de los grandes. Boca Juniors y todo lo que genera tuvo ese marco en Pocito y para el cierre del Torneo de Verano se espera mejor asistencia todavía.