Hacía mucho que no ganaba en San Juan, desde la temporada 2020/2021, cuando se quedó con la Doble Difunta Correa, Laureano Rosas rendía a pleno fuera de la provincia, ganando la Vuelta a Mendoza, y la Vuelta al Oeste de Chilecito, por eso ayer cuando cruzó la meta primero elevó los brazos al cielo e íntimamente pensó en todo el sacrificio que está haciendo para arribar a enero en la plenitud de su capacidad física. Estuvo ausente un par de carreras, entre ellas una dura como la Doble Chepes, porque por su preparación necesitaba otro tipo de competencias, más llanas como la Doble San Francisco – Miramar, clásica cordobesa donde ganó la primera etapa, y por correr solo, sin equipo no pudo defender el liderazgo en el tramo final, siendo superado por corredores que tenían el respaldo de sus compañeros.

Ayer, apenas concluyó la prueba comentó que tenía muchas ganas de ganar la Doble Media Agua. "Es la carrera más antigua del país, tiene mucha historia y le comenté a Gustavo (Artacho, su entrenador) que tenía muchas ganas de ganarla. Me sentía bien, y pude conseguirlo".

Laureano, capitán de Gremios por el Deporte, dijo estar muy contento por su rendimiento ayer, pero también por el de su equipo. "Sinceramente estoy muy contento con el rendimiento del equipo, hemos obtenido buenos resultados en distintos puntos de la provincia, y hoy logramos la victoria en una competencia muy rápida, que se corrió con mucho calor y respondimos bien ante la exigencia".

Sobre el equipo destacó que los resultados son producto del buen grupo que se armó. "Todos trabajamos con alegría, nos complementamos muy bien, y mañana (por hoy) comenzaremos un campamento de entrenamiento con vistas a lo que se viene, para terminar lo mejor que se pueda este año".

Finalmente, contó que el embalaje se le hizo largo. "Creía que el arco estaba a 800 metros, pero fue un kilómetro. Ya había hecho la diferencia y tuve que mantenerla.