Toda la expectativa generada por la presentación de Cecilia Román (16-6-0) en Leeds, exponiendo por séptima vez el cetro gallo de la FIB (Federación Internacional de Boxeo) se diluyó en los primeros tres asaltos de una pelea que fue favorable a la australiana Ebanie Bridges (8-1-0, 3KO), quien "por una cuestión de actitud", como canta Fito Páez, le arrebató el cinturón celeste de la categoría de los 53,524 kg (118 libras).
En el combate de semifondo de la reunión desarrollada en el First Direct Arena de la ciudad inglesa de Leeds, los tres jurados vieron ganadora a Brigdes: dos por 97-93 (Phil Edwards y Alejandro López Cid) y uno por 100-91 (Don Trella). Para DIARIO DE CUYO la australiana ganó 98-92.
¿Por qué peleó mal? Porque no hizo lo que había comentado que haría, que era aprovechar su mayor capacidad de traslación para caminar el ring, y realizar una táctica de desgaste, tocando y saliendo, combinando y trabando. Subió muy atada al ring. Con la guardia arriba, tratando de bloquear golpes, posiblemente con la idea de que Bridges se desgastara tirando y no pegando en zonas permeables. Algo que ocurrió, la australiana tiraba mucho y erraba bastante. Sus golpes chocaban en los guantes y en los brazos de la sudamericana. Ahora bien, de parte de Román no surgía una reacción que permitiera decir está entera. Largaba una mano y esperaba ver el resultado. Conectó un par de golpes netos por asalto, pero largaba la mitad de los que tiraba su adversaria, que con el correr de las vueltas se fue agrandando. Se había dado cuenta que avanzando y tirando manos -muchas al bulto y luego más netas- le alcanzaba para volcar el fiel de la báscula de la pelea a su favor. Román no anticipaba. Tampoco combinaba. Lo suyo, parecía, era tratar de conectar una mano y terminar con la contienda. Si esa fue una opción, basta con mirar su récord y ver que no ganó nunca por nocaut. ¿Cuál sería el argumento para que lo haga en esta, la pelea más importante de su campaña?
Cecilia boxeó a cuentagotas, salió a pelearle a una peleadora y nunca impuso su táctica en la pelea.
¿Por qué perdió bien? Muy simple, porque si uno mira la pelea en la que ganó el título mundial a Carolina Duer, en 2017 -es verdad con cinco años menos- y observa la de ayer por la tarde en Inglaterra, se da cuenta de que no boxeó como sabe hacerlo. Que salió a pelear contra una peleadora. Sabido era que Bridges era un "tanquecito" que avanza de manera monocorde tratando de meter sus manos, sin importar las que vienen. Incluso se puede afirmar que cuenta con menos recursos técnicos que los opuestos por Duer en su momento.
Se la vio más suelta en los últimos asaltos, conectando algunas manos muy claras, pero pegaba en proporción de 4 o 5 a 1, con respecto a lo que tiraba, y conectaba, muchas veces de manera errónea la ahora nueva campeona del mundo.
Warrington hizo "cartón lleno"
En la pelea de fondo, el inglés Josh Warrington (31-1-1, 8KO) siguió confirmando su dominio sobre el español Kiko Martínez (43-11-2, 30KO), a quien noqueó técnicamente en el séptimo round, para arrebatarle el título Pluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en el combate estelar de una cartelera que se llevó a cabo ayer en la Arena First Direct, de Leeds, en Yorkshire, Reino Unido, de donde es originario, el ahora nuevo monarca.
La australiana ganó en claro fallo
Brigdes, una campeona pintoresca
Como hubo, en los últimos tiempos fallos muy polémicos, algunos considerados directamente abusos, o robos desconsiderados en favor de los boxeadores de la casa. Ayer, en las peleas con títulos en juego los jueces que dirimieron la historia de los combates hubo minoría de jueces con nacionalidad británica. En el combate entre Román y Bridges, fallaron el estadounidense Don Trella (100 a 91) -vio algún round empate-;
En tanto que el galés Phill Edwards y el mexicano Alejandro López del Cid, fallaron 97-93, a favor de Bridges.
Fue el ritmo de trabajo de Bridges en la primera mitad de la pelea lo que lo vio acumular una gran ventaja y, aunque Roman regresó en la segunda mitad, no fue suficiente, de acuerdo a lo que se observó en el fallo de los tres jurados.
Al final del combate Bridges, agradeció a la sanjuanina la oportunidad de combatir por la corona y comentó que ganó porque salió con muchas ganas a buscar la pelea. Dijo no haber sentido ninguna mano de Román, quien la conectó con un par de golpes por round netos.
Luego, con una sonrisa, la que no perdió durante todo el trayecto al ring, comentó que le gustaría tener una revancha con Shannon Courtenay (AMB) para unificar los títulos.